Tesla ha logrado lo que muchos creían imposible: encabezar el ranking de satisfacción de clientes en el exigente mercado británico y, de paso, situarse como la segunda marca más fiable según los propios conductores. Así lo revela la última edición del Honest John Satisfaction Index, una encuesta anual elaborada por el portal británico HonestJohn.co.uk, en la que más de 6.000 conductores valoran sus vehículos según criterios como eficiencia, fiabilidad, confort, seguridad o rendimiento.
La sorpresa no ha sido que Tesla esté entre los primeros puestos, sino el hecho de que se haya convertido en la marca con mayor índice de satisfacción del Reino Unido en 2025, superando a pesos pesados del sector como Lexus y Porsche. Con una puntuación del 89,41%, la firma de Elon Musk se sitúa por delante de Lexus (86,32%) y de Porsche (84,79%), dos referentes históricos en calidad y experiencia de conducción.
Pero lo más llamativo del informe no está solo en el índice de satisfacción, sino en el espectacular salto que Tesla ha dado en fiabilidad, un terreno donde tradicionalmente era objeto de duras críticas. Según el mismo estudio, Tesla ha alcanzado un índice de fiabilidad del 95,29%, quedando tan solo por detrás de Lexus (97,01%) y superando a Toyota (94,65%), la marca japonesa famosa por su legendaria durabilidad.
La propia Honest John lo reconoce en su análisis: “Siempre nos impresionó la tecnología de los coches eléctricos de Tesla, pero la calidad de construcción era, por decirlo suavemente, irregular. Sin embargo, parece que la marca ha madurado en los últimos años, y así lo reflejan los datos de nuestros lectores”.
Uno de los datos más reveladores del informe es que el Tesla Model 3 ha sido calificado como el coche más satisfactorio de poseer, un reconocimiento que refuerza la percepción de mejora continua en la gama. Este modelo, que ya es uno de los más vendidos del mundo en el segmento de los eléctricos, ha sido clave para consolidar la presencia de la marca en Europa y, en particular, en el mercado británico, donde la competencia es feroz y el consumidor valora especialmente la calidad-precio y la confianza mecánica.
En este contexto, el dato de la fiabilidad cobra especial relevancia. Tesla ha sido durante años sinónimo de innovación, pero también de problemas iniciales: ajustes de paneles irregulares, sistemas multimedia con fallos puntuales o acabados interiores poco refinados eran críticas frecuentes entre medios especializados y foros de usuarios. Ahora, todo apunta a que esos problemas están quedando atrás gracias a la mejora en los procesos de producción y control de calidad, especialmente tras la apertura de fábricas como la Gigafactory de Berlín, que da servicio al mercado europeo.
Este reconocimiento en Reino Unido se suma a una tendencia más amplia: Tesla está ganando terreno en mercados tradicionalmente dominados por marcas japonesas y alemanas, y lo hace no solo por su propuesta tecnológica y su red de carga, sino también porque está logrando convencer a los conductores más exigentes en aspectos como la fiabilidad o la satisfacción de uso diario.