Cuando conectas un coche eléctrico con sistema de 800V —como un Porsche Taycan, Hyundai Ioniq 5, Kia EV6 o Audi e-tron GT— a un cargador de 400V (la mayoría de puntos actuales en España), en algunos caso sí podrás pero lo harás a una potencia muy inferior a la que permite el coche, y en otros casos, directamente no te cargará nada.
¿Qué limita la carga?
El problema no es de compatibilidad: muchos coches de 800V están preparados para trabajar también con cargadores de 400V, pero necesitan un convertidor interno que adapte esa tensión inferior a la que realmente necesita su sistema. Ese paso intermedio suele traducirse en una pérdida de potencia y eficiencia, ya que la conversión consume energía y calienta componentes. Y aquí hay un matiz importante, no todos los coches tienen ese conversor, por ejemplo el nuevo Mercedes CLA eléctrico carece de él y por tanto no puede usar la carga de 400v.
Veamos otros ejemplos:
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Hyundai Ioniq 5: puede cargar hasta 220 kW en cargadores de 800V, pero en un punto de 400V y 150 kW, rara vez supera los 70-80 kW.
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Porsche Taycan: en cargadores de 400V sin módulo adicional (el «booster»), se queda en unos 50-60 kW, aunque en modelos más recientes esto se ha mejorado.
Esto implica que un coche de alta gama, con carga ultrarrápida teórica, puede terminar necesitando más de 40 minutos para recuperar el 10-80%, algo muy por debajo de sus capacidades reales.
¿Por qué pasa esto?
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Diferencia de arquitectura: el cargador entrega 400V y el coche espera hasta 800V. Sin un adaptador físico (o un convertidor DC/DC interno muy potente), solo se puede cargar a una fracción de la potencia máxima.
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Limitaciones de corriente: para compensar la baja tensión, el cargador debería aumentar mucho la intensidad, pero eso genera calor y estrés en los componentes. La mayoría de cargadores limitan la corriente por seguridad.
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Curvas de carga no optimizadas: estos coches están diseñados para funcionar a alta tensión, y en 400V su curva de carga es más conservadora.
¿Se puede evitar?
Algunas estaciones de carga ultrarrápida de última generación (como las de IONITY, Repsol e Iberdrola en ubicaciones premium) ya están adaptadas a 800V y permiten aprovechar toda la velocidad del coche. También hay fabricantes que ofrecen un «booster» opcional (como Porsche o Audi) para optimizar la carga a 400V, aunque esto añade peso y coste.
En cualquier caso, en España aún hay muchos cargadores de 400V que limitan el potencial real de estos coches de gama alta. De hecho, según el mapa actualizado de Electromaps y los datos de ANFAC, más del 90% de los cargadores públicos disponibles no superan los 100 kW, y casi todos operan a 400V.
