Después de más de cuatro meses sin actualizaciones de calado en el software de conducción autónoma, Tesla ha comenzado a mover ficha con una nueva versión preliminar de su sistema Full Self-Driving (FSD). Elon Musk lo anunció el 1 de mayo en su cuenta de X con su habitual tono críptico pero tajante: “varias mejoras importantes están en camino”. Aunque la actualización desplegada (2025.14.3.1) sigue basándose en versiones anteriores del FSD —con v13.2.8 para vehículos con hardware AI4 y v12.6.4 para los AI3—, sirve como anticipo de un cambio mucho mayor: la llegada del esperado FSD V14.
Tesla ya ha compartido algunas claves técnicas de esta nueva versión. FSD V14 abandonará parte del enfoque anterior y apostará por modelos auto-regresivos basados en transformadores, una arquitectura muy utilizada en inteligencia artificial generativa y que promete dotar al vehículo de una capacidad mejorada para predecir el comportamiento del entorno. La ampliación del contexto visual y situacional también forma parte del salto: más capacidad de análisis, mejor toma de decisiones en situaciones límite y una conducción más suave e intuitiva en escenarios complejos.
La mejora, sin embargo, no llegará a todos por igual. Los vehículos equipados con hardware AI3 —la anterior generación de chips de conducción autónoma— seguirán limitados a la versión 12.6.4. Aunque Tesla trabaja en versiones adaptadas de FSD para estos modelos, Musk ha admitido públicamente que alcanzar la autonomía total con AI3 “es difícil y doloroso”. En otras palabras: quien quiera lo último en conducción autónoma tendrá que pasar por caja o asumir que su coche no evolucionará al mismo ritmo.
Uno de los motivos que explican esta aceleración en el desarrollo del FSD V14 es el lanzamiento inminente del servicio de Robotaxi, previsto para arrancar este verano en ciudades como Austin y otras zonas urbanas de California y Texas. El Cybercab —como ha sido bautizada esta versión sin volante ni pedales— está diseñado para operar exclusivamente con FSD V14 y supondrá el primer test masivo de esta tecnología sin intervención humana. De hecho, Tesla ya ha empezado a probar internamente el servicio entre empleados antes de abrirlo al público.
El salto técnico que representa FSD V14 se da en un momento en el que la competencia aprieta. Waymo ya opera en ciudades como San Francisco o Phoenix con flotas totalmente autónomas y sin conductor de seguridad. En China, Baidu y AutoX han ampliado también sus pruebas, mientras que los fabricantes tradicionales aún no han encontrado un modelo de negocio claro para el coche autónomo más allá del asistente avanzado en carretera.
Con FSD V14, Tesla busca recuperar la iniciativa tecnológica y acelerar el cambio de percepción: de promesa recurrente a producto funcional. A falta de ver cómo se comporta el software en circulación urbana real, la hoja de ruta es ambiciosa. El despliegue público del Robotaxi está previsto para junio, y la producción en volumen del Cybercab comenzará en 2026.
Queda por ver cómo reaccionan los reguladores, especialmente en Europa, donde Tesla aún no ha logrado certificar oficialmente el FSD completo. Pero al otro lado del Atlántico, en el ecosistema legal más flexible de EE.UU., la compañía parece lista para poner a prueba su apuesta más ambiciosa hasta la fecha.