Europa da luz verde al primer paso hacia la conducción autónoma supervisada

La conducción autónoma supervisada —esa en la que el coche “piensa” por sí solo pero el conductor no puede despistarse— está un poco más cerca de circular legalmente por las carreteras europeas. La Comisión de Naciones Unidas para Europa (UNECE) ha aprobado una enmienda clave al Reglamento 171, el cual regula los sistemas de asistencia a la conducción como el DCAS (Driver Control Assistance Systems). Esta modificación, conocida como Serie 01, abre la puerta a funciones como el «Steering Intervention Maneuver» (SIM), es decir, maniobras automáticas de dirección en autopista… siempre bajo supervisión humana.

La votación fue prácticamente unánime: 35 votos a favor, una abstención y ningún voto en contra. El nuevo reglamento entrará en vigor aproximadamente el 25 de septiembre de 2025, lo que supone un horizonte claro para que fabricantes como Tesla, Mercedes o BMW adapten —o moderen— sus sistemas de conducción avanzada al marco normativo europeo.

Sin embargo, la adopción del SIM no significa la llegada inmediata del Autopilot completo, ni mucho menos del famoso FSD (Full Self-Driving). Lo aprobado se parece más a una versión “lite” del Enhanced Autopilot (EAP) que ya funciona en ciertos mercados: mantiene el coche en el carril, realiza cambios automáticos, gestiona las entradas y salidas de autopista, pero requiere que el conductor mantenga la atención en todo momento, aunque haya menos «tirones» del volante para comprobar que está presente.

¿Jugará Tesla con estas reglas?

La gran pregunta ahora es si Tesla decidirá cumplir con esta normativa, o si optará por otro camino legal para introducir su visión del FSD en Europa. Según varios analistas del sector —y observadores cercanos a la marca—, la compañía podría considerar esta vía demasiado lenta y limitada para su ambición tecnológica.

Una alternativa más rápida y flexible es acogerse a lo que se conoce como el Artículo 39 del Reglamento General de Vehículos de la UE, que permite a ciertos países —como Países Bajos, a través de la autoridad de homologación RDWotorgar exenciones individuales para probar e incluso comercializar sistemas que no encajen todavía en la legislación comunitaria.

De hecho, todo apunta a que Tesla podría volver a apoyarse en Países Bajos para lanzar su sistema FSD Supervised en Europa, como ya hizo con otras homologaciones previas. En este escenario, el fabricante no tendría que esperar a septiembre de 2025 para activar funciones avanzadas, sino que podría ir desplegándolas de forma controlada y geográficamente limitada antes de esa fecha.

Regulación vs. innovación: una carrera desigual

La aprobación de esta enmienda por parte de la UNECE pone en evidencia una vez más la lentitud de los organismos reguladores frente al ritmo de evolución tecnológica. Aunque la dirección es positiva, muchos expertos consideran que las normas llegan tarde y con demasiadas restricciones. El SIM, por ejemplo, solo se permite en autopistas, bajo ciertas condiciones y con límites de velocidad concretos. Nada de navegación urbana autónoma, ni conducción sin manos prolongada.

En paralelo, Tesla ya ha lanzado en Estados Unidos la beta pública del nuevo FSD Supervised, un sistema que permite al coche circular sin intervención humana en entornos urbanos complejos, pero que aún exige al conductor estar preparado para tomar el control en todo momento. Esta versión, más madura y ambiciosa, podría chocar con los marcos regulatorios europeos actuales, demasiado conservadores para la filosofía de Elon Musk.

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