El plan secreto de Tesla para desplegar FSD en Europa

Mientras muchos fabricantes esperan años para homologar nuevas tecnologías de conducción automatizada, Tesla ha optado por un atajo legal para desplegar su FSD (Full Self-Driving) en Europa. Según ha desvelado Kees Roelandschap en redes sociales, la marca ya está ejecutando un plan que involucra a reguladores de Noruega y Países Bajos, clave para una aprobación más rápida y discreta.

En lugar de esperar a que todo el proceso de homologación UNECE —el habitual en Europa— llegue a su fin, Tesla ha comenzado a solicitar aprobaciones nacionales parciales. Este enfoque se basa en dos pilares: acumulación de datos reales en carretera bajo supervisión de los reguladores y el uso del artículo 39 del reglamento europeo, que permite a la Comisión Europea autorizar nuevas tecnologías antes de que existan normativas formales.

Con el respaldo de la RDW (la autoridad de tráfico neerlandesa) y el equivalente noruego, Tesla ya ha conseguido permisos para probar su FSD supervisado en vehículos específicos. Según los documentos filtrados, la autorización en Noruega concede a Tesla una exención temporal respecto a la normativa UN R79 (que regula los sistemas de dirección automatizada). Eso sí, bajo condiciones estrictas: solo empleados de Tesla con carné de conducir válido y formación interna podrán activar el sistema. Además, tras dos años de pruebas, los vehículos deberán revertir la modificación del software.

Tesla no está publicitando este movimiento. Según Roelandschap, la estrategia pasa por una «validación silenciosa», basada en hechos y no en marketing: programas de prueba vinculados a VIN (número de bastidor) concretos, aprobaciones locales y una recogida sistemática de datos de seguridad. El objetivo: construir un expediente sólido que permita a la Comisión Europea aprobar el despliegue del FSD supervisado en toda la UE, posiblemente ya en mayo de 2025.

Actualmente, además de Noruega y Países Bajos, habría al menos otros dos o tres países europeos realizando pruebas piloto bajo control de sus respectivos reguladores. Tesla estaría, así, intentando adelantarse al calendario oficial de UNECE, que prevé plazos más largos para adaptar la legislación a sistemas de conducción de nivel 3 y superior.

Este movimiento llega en un momento en que el mercado europeo de vehículos eléctricos está moderando su crecimiento. Según ACEA, las ventas de eléctricos puros crecieron un 4,8 % interanual en marzo, frente a un 14 % en 2023. Un contexto en el que avanzar en automatización podría ser un argumento diferenciador clave para Tesla frente a competidores como BMW, Mercedes-Benz o Volkswagen, que también están desarrollando sus propias soluciones de conducción autónoma.

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