¿Cómo de seguro es el autopilot de Tesla?

Tesla ha compartido sus últimos datos de seguridad correspondientes al segundo trimestre de 2025, y lo ha hecho con una cifra bajo el brazo que, como es habitual, apunta a reforzar su mensaje: Autopilot sigue siendo la forma más segura de conducir un Tesla. Según la compañía, sus vehículos con Autopilot activado registraron un accidente por cada 6,69 millones de millas recorridas (unos 10,8 millones de kilómetros), mientras que sin el sistema la cifra baja a un siniestro por cada 963.000 millas.

Para poner esto en contexto, la media nacional en Estados Unidos, según los últimos datos de la NHTSA (2023), es de un accidente por cada 702.000 millas. Es decir, conducir un Tesla sin Autopilot sigue siendo, según estas cifras, más seguro que la media del parque automovilístico estadounidense, pero hacerlo con el sistema activado multiplica por casi 10 esa distancia antes de tener un accidente.

Tesla publica este informe trimestral desde hace varios años como parte de su narrativa defensiva ante las crecientes críticas y las investigaciones abiertas en torno al comportamiento de sus sistemas de asistencia a la conducción, especialmente Autopilot y FSD (Full Self Driving). La empresa de Elon Musk insiste en que se trata de asistentes, no de sistemas autónomos, aunque buena parte de sus mensajes públicos suelen dar a entender lo contrario. De hecho, las autoridades de tráfico en EE.UU. han reclamado a Tesla cambios en la forma en que comunica sus funcionalidades.

Más allá de los datos de siniestralidad, el momento en que se publica este informe no es casual. Tesla vive uno de sus años más irregulares en términos de entregas y resultados. En el primer semestre de 2025, la compañía ha perdido cuota de mercado en Europa y EE.UU., en parte por el empuje de marcas chinas como BYD, que han reforzado su presencia con modelos eléctricos más asequibles. En junio, Tesla matriculó en Europa 23.200 vehículos, un 18% menos que el mismo mes del año anterior (datos de JATO Dynamics).

En paralelo, el Departamento de Justicia de EE.UU. continúa investigando si Tesla ha exagerado deliberadamente las capacidades de su software de conducción autónoma. La empresa, por su parte, ha acelerado el despliegue de FSD Beta en nuevas regiones y promete una nueva versión «completamente reescrita» antes de que acabe el verano.

El informe de seguridad también sirve como contrapeso interno. Tras múltiples despidos en los equipos de Autopilot, incluidos ingenieros clave y responsables de validación, Tesla quiere reforzar la confianza en su tecnología justo cuando más dudas están generando los avances en autonomía real. A día de hoy, ningún modelo Tesla está homologado para conducción autónoma de nivel 3 en EE.UU. ni en Europa.

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