Dos unidades del Tesla Model Y completamente camufladas han sido vistas en los alrededores de Giga Texas, en unas imágenes captadas por el conocido observador aéreo Joe Tegtmeyer. Los vehículos, ambos en color rojo y cubiertos en los extremos delantero y trasero con lonas negras, apuntan a que Tesla ya está probando una actualización del SUV más vendido del mundo. Y no parece tratarse de simples ajustes de producción.
En la planta de Austin, donde Tesla ya ensambla distintas versiones del Model Y con baterías estructurales y celdas 4680, la presencia de estas mulas de prueba alimenta dos hipótesis muy plausibles: una versión Performance rediseñada o el rumoreado Model Y “E41”, una variante más asequible.
Ambas unidades presentan un patrón de camuflaje habitual en Tesla cuando quiere ocultar cambios de diseño, como ya ocurrió con los proyectos Model 3 Highland y Model Y Juniper. En este caso, tanto el capó como los grupos ópticos delanteros y traseros están cubiertos, lo que sugiere alteraciones visibles. La carrocería central, en cambio, parece idéntica al modelo actual.
¿Un nuevo Model Y Performance?
La teoría de una variante Performance renovada cobra fuerza si se observa el reciente lanzamiento del nuevo Model 3 Performance. En ese caso, Tesla introdujo una estética diferenciada: paragolpes delanteros con conductos de aire funcionales para mejorar la refrigeración y la aerodinámica, lo que reforzó el carácter deportivo del modelo. Dado que el Model Y Performance todavía no ha recibido esa actualización, tiene sentido pensar que Tesla esté preparando algo similar para su SUV.
Además, el actual Model Y Performance (con 534 CV, tracción total y 514 km de autonomía WLTP) mantiene el diseño previo al restyling. Un cambio estético y funcional podría reforzar su posicionamiento frente a rivales directos como el Ford Mustang Mach-E GT o el Hyundai Ioniq 5 N, que han ido ganando terreno en imagen y prestaciones.
¿O una versión más barata?
La otra posibilidad es que Tesla esté probando el conocido internamente como “E41”, un Model Y de coste reducido. La marca californiana busca seguir bajando precios sin necesidad de desarrollar nuevos modelos desde cero. El Model Y es su producto más vendido y reducir sus costes de fabricación puede tener un impacto inmediato en volumen.
El camuflaje en este caso podría estar ocultando un diseño simplificado: faros menos complejos, paragolpes más básicos y la posible eliminación de elementos decorativos como la tira LED trasera. Tesla ya dio un paso en esta dirección con el Model Y Long Range RWD, lanzado en abril en EE. UU., que rebajó el precio base en 4.000 dólares y amplió ligeramente la autonomía (498 km según EPA).
Esta estrategia encaja con los planes recientes de Tesla: mantener su hegemonía en volumen con productos más competitivos en precio, mientras pospone el lanzamiento del modelo más económico (proyecto Redwood) hasta 2026. El Model Y, con más de 1,2 millones de unidades vendidas globalmente en 2023 (según JATO Dynamics), es la palanca ideal para mantener el pulso frente al empuje chino en eléctricos de precio contenido.
Por ahora, no hay confirmación oficial sobre qué versión esconde el camuflaje, pero su aparición en Giga Texas indica que la renovación está cerca. Si Tesla repite la cadencia del Model 3, el anuncio podría llegar en el tercer trimestre de 2025.