La marca china BYD ha logrado lo que hace apenas dos años parecía improbable: superar a Tesla en ventas de coches 100% eléctricos en Europa. Según datos de Jato Dynamics, en abril BYD matriculó 7.231 vehículos eléctricos a batería en el continente, frente a los 7.165 de Tesla. Es la primera vez que el gigante asiático adelanta al fabricante de Elon Musk en un mercado que hasta ahora había estado dominado por la firma estadounidense.
Este cambio de ritmo no es casual. Tesla sigue arrastrando una caída en matriculaciones que ya venía acusando desde comienzos de año, incluso tras la actualización del Model Y, su superventas. La marca californiana también ha perdido impulso en parte por la sobreexposición de su CEO en asuntos políticos, mientras sus rivales europeos y asiáticos refuerzan catálogo y precios.
BYD, que apenas arrancó operaciones fuera de Noruega y Países Bajos a finales de 2022, ha acelerado su ofensiva comercial en mercados como Alemania, Francia, España e Italia. Lo ha hecho con una estrategia clara: modelos nuevos, precios competitivos y disponibilidad inmediata. En paralelo, ha sabido aprovechar la creciente oferta de vehículos híbridos enchufables, que en abril rozaron las 10.000 matriculaciones en Europa, multiplicando por ocho sus cifras del año anterior (Jato Dynamics).
Aunque en volumen total BYD aún está lejos de otros actores tradicionales del sector, la velocidad con la que está ganando terreno preocupa a los fabricantes europeos. Solo en abril, las matriculaciones de eléctricos puros de marcas chinas crecieron un 59% respecto al mismo mes de 2024, alcanzando las 15.300 unidades. El grupo presidido por Wang Chuanfu ya lidera el mercado global de eléctricos si se suma la venta en China, donde cuenta con una posición dominante en turismos cero emisiones y donde el ritmo de renovación tecnológica y de producción es más rápido y barato que en Europa o EE. UU.
El debilitamiento de Tesla coincide además con una oleada de nuevos lanzamientos por parte de marcas europeas como Renault, Stellantis y Volkswagen, que están presionadas por la normativa Euro 7 y la necesidad de reducir emisiones medias en la gama. En este entorno, el precio se ha convertido en un factor clave, y ahí los fabricantes chinos —incluida BYD— juegan con ventaja.
Por ahora, la respuesta de la Comisión Europea sigue centrada en los aranceles. A pesar de las investigaciones abiertas por supuestas subvenciones estatales en China, los híbridos enchufables siguen esquivando barreras comerciales, lo que da margen a las marcas del país asiático para mantener su expansión sin depender al 100% del coche eléctrico puro.