En una entrevista cargada de tensión con la periodista Mishal Husain de Bloomberg durante el Qatar Economic Forum, Elon Musk defendió con contundencia el estado actual de Tesla, asegurando que la demanda de sus vehículos sigue siendo sólida y que los problemas registrados a principios de año “ya se han solucionado”. Las declaraciones llegan en un momento clave, tras un primer trimestre complicado para la compañía, especialmente en Europa.
Europa, punto débil… ¿ya superado?
Las ventas de Tesla han caído de forma considerable en varios mercados europeos en los últimos meses. En países como Alemania, Noruega o los Países Bajos, las matriculaciones de Tesla cayeron más de un 25% interanual en marzo y abril, según cifras de JATO Dynamics. En su informe de entregas del primer trimestre, Tesla atribuyó el descenso principalmente a la transición hacia la nueva versión del Model Y, aunque medios internacionales apuntaron también al desgaste de la imagen pública de Musk, especialmente por su cercanía con la administración Trump y su vinculación con el controvertido “Department of Government Efficiency” (DOGE).
En ese contexto, Husain preguntó por los datos negativos en Europa, y Musk respondió sin dudar que la situación “ya se ha dado la vuelta”. Añadió que el retroceso no es exclusivo de Tesla, sino que afecta también a otros fabricantes en la región, un argumento que tiene base: el mercado europeo de eléctricos cayó un 11% en abril, afectado por la retirada de ayudas públicas en mercados clave como Alemania y la entrada masiva de modelos chinos, que han agitado la competencia de precios.
“No hay problema con la demanda”
Musk reconoció que Europa sigue siendo el mercado más débil para Tesla, pero insistió en que el rendimiento global de la empresa se mantiene fuerte. “Hemos perdido algunas ventas por la izquierda, pero también hemos ganado por la derecha”, dijo, en referencia a la polarización política en torno a su figura. Aseguró también que la cotización bursátil de Tesla, que se ha mantenido en torno a los 230–240 dólares en mayo, es una prueba de que “todo va bien”.
Según Musk, los analistas bursátiles actúan con la mejor información disponible, y si el mercado sigue valorando a Tesla en máximos históricos, es porque “no hay ningún problema de demanda”. En lo que va de año, las entregas globales de Tesla han superado las 420.000 unidades, aunque por debajo de los registros del mismo periodo de 2024, cuando ya se había notado una desaceleración tras el pico de crecimiento en 2022–2023.
La llegada del nuevo Model Y renovado —con mejoras en autonomía y equipamiento— está comenzando a llegar a los concesionarios europeos, y se espera que reactive el ritmo de pedidos a partir de junio. Tesla también ha reducido precios en algunos mercados clave, como Francia y España, para hacer frente a la presión competitiva y compensar la pérdida de incentivos fiscales.
Con todo, el discurso de Musk busca contrarrestar la creciente percepción de que Tesla atraviesa un momento delicado, tanto en ventas como en reputación. La compañía está ahora más expuesta que nunca a factores externos: volatilidad política, competencia asiática y una red de recarga europea aún lejos de lo prometido en anteriores anuncios gubernamentales.