La transformación eléctrica del Grupo Renault toma un giro decisivo con Ampere, su división especializada en coches eléctricos y software, que prevé alcanzar beneficios en 2025, adelantando un punto de inflexión clave para el futuro financiero de la compañía. Así lo ha confirmado Luca de Meo, CEO del grupo, en una reciente entrevista, donde ha señalado que el equilibrio financiero podría lograrse incluso antes de lo previsto, si continúa el actual ritmo de mejora en costes y eficiencia.
El primer gran pilar de esta estrategia es el próximo Renault Twingo eléctrico, cuya llegada al mercado está programada para el primer trimestre de 2026. Este urbano de cuarta generación será el modelo de entrada en la nueva era eléctrica de la marca, y apunta directamente al corazón del segmento A con un argumento contundente: un precio inferior a 20.000 euros antes de ayudas. Esto lo convertirá en uno de los modelos eléctricos más asequibles del mercado europeo.
Ampere ha puesto el foco en un objetivo prioritario: lograr la paridad de precios entre vehículos eléctricos y de combustión interna, comenzando por los segmentos más pequeños. Según De Meo, «los coches pequeños serán el primer segmento en lograr esta paridad». Y no es casualidad: los urbanos eléctricos suelen contar con baterías más pequeñas y eficientes, ideales para el uso en ciudad y la última milla logística, lo que facilita una reducción de costes significativa.
En el caso del nuevo Twingo, el modelo se asentará sobre una versión simplificada de la plataforma AmpR Small, compartida con los futuros R5 y R4. Estará fabricado en Novo Mesto (Eslovenia), junto al futuro Dacia Spring, y contará con un motor de 85 CV suministrado por la china Shanghai eDrive. La batería será una unidad LFP (litio-ferrofosfato) de aproximadamente 30 kWh, fabricada por CATL en Hungría. Gracias a su bajo consumo estimado de 10 kWh/100 km, su autonomía podría situarse en torno a los 250-300 km WLTP, suficiente para el día a día urbano.
Pero Renault no se limita al segmento más pequeño. También tiene ambiciones claras para escalar esta eficiencia a la categoría de los compactos (segmento C), con los futuros Mégane y Scénic eléctricos previstos para 2028. El objetivo es que cuesten lo mismo que sus homólogos con motor térmico, algo que requerirá una reducción de costes de hasta el 40%. Esta bajada de costes se logrará mediante el uso de nuevas químicas de batería como LFP o LNMO, y tecnologías avanzadas de empaquetado como CTP (cell-to-pack) o CTC (cell-to-chassis).
En términos de diseño, el nuevo Twingo también apelará al componente emocional. Tendrá una carrocería de cinco puertas de 3,75 metros de largo, con una silueta que remite al carismático modelo original de los años 90. Recuperará elementos icónicos como los faros ‘saltones’, el capó corto alineado con el parabrisas y las ruedas situadas en los extremos, dotando al vehículo de un aire retro-futurista que no pasará desapercibido.
Con esta apuesta, Renault no solo quiere competir con las marcas chinas que ya han bajado drásticamente los precios de sus eléctricos, sino también liderar la democratización del coche eléctrico en Europa. El reto está sobre la mesa, y el nuevo Twingo podría ser la llave para abrir esa puerta.