El Ferrari eléctrico será un crossover con alma de Purosangue

Ferrari calienta motores para su debut eléctrico y, aunque la presentación oficial no llegará hasta el 9 de octubre de 2025, en Maranello ya se multiplican las pistas. Desde prototipos camuflados en carretera hasta un aluvión de registros en la oficina de patentes, todo apunta a que el lanzamiento será más que una simple novedad para la firma del Cavallino: marcará un punto de inflexión en su historia de más de 75 años.

El proyecto, conocido internamente como F244, ha disparado las especulaciones. Entre ellas, la más evidente: ¿cómo se llamará el primer Ferrari eléctrico? Uno de los nombres registrados recientemente por la marca es Ferrari Elettrica, directo y sin rodeos. No es precisamente poético, pero sí coherente con la línea pragmática adoptada últimamente por la marca. Basta recordar el reciente Ferrari 12Cilindri, que no necesita más explicaciones sobre su mecánica. La denominación «Elettrica», además, adelantaría sin ambages la motorización a batería, una primicia absoluta para la compañía.

Además de Elettrica, Ferrari ha blindado otras denominaciones que podrían tener relación con su primer BEV (vehículo 100% eléctrico). El pasado 14 de febrero, se registraron los nombres Ferrari 1-1 y Ferrari Uno-Uno, fórmulas que podrían interpretarse como una alusión a una configuración bimotor —uno por eje—, lo que implicaría tracción total y una arquitectura ya habitual en eléctricos de alto rendimiento como el Porsche Taycan Turbo S o el Tesla Model S Plaid.

El 13 de marzo, la marca fue más lejos y registró también Superlusso y 412 GTE. El primero remite inevitablemente al GTC4Lusso, el gran turismo 2+2 con motor V12, aunque con un nuevo prefijo que sugiere un nivel superior de confort o equipamiento. El segundo nombre, 412 GTE, hace referencia al 412 de los años 80, pero ahora actualizado con unas siglas que podrían significar Gran Turismo Elettrica, manteniendo la tradición Ferrari de combinar siglas históricas con nuevos códigos mecánicos.

En cuanto al modelo en sí, todo apunta a que tendrá formato crossover, con una silueta similar al Purosangue pero con proporciones más contenidas. Las fotos espía muestran una carrocería elevada, con un morro largo y una línea de techo fluida. Un guiño claro al cliente que busca deportividad con usabilidad, y una fórmula que ha dado resultado en marcas como Lamborghini con el Urus o Maserati con el Grecale Folgore.

La base técnica será completamente nueva. Ferrari ha desarrollado una plataforma específica para eléctricos, con baterías estructurales integradas en la carrocería para mejorar la rigidez y reducir el peso. Estas alimentarán motores diseñados in-house, con una respuesta que, según Emanuele Carando, jefe de marketing de producto, mantendrán el carácter “auténtico” de Ferrari, tanto en sensaciones como en sonido. Un aspecto no menor si se tiene en cuenta el debate sobre la experiencia emocional al volante de un coche sin motor de combustión.

La producción se realizará en el nuevo e-building de Maranello, una planta concebida para fabricar tanto modelos eléctricos como electrificados (híbridos enchufables), en línea con el plan estratégico de Ferrari para reducir emisiones sin renunciar a la exclusividad ni a los márgenes. Según datos de la propia marca, los modelos híbridos ya representan más del 40% de sus ventas, y la previsión es que el primer eléctrico sea una pieza clave para alcanzar el objetivo del 60% de modelos electrificados en 2026.

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