Tesla está a punto de mover ficha en Europa para lanzar su sistema de conducción autónoma Full Self-Driving (FSD) Supervised, pero no lo hará siguiendo el camino habitual. La normativa sobre vehículos (UNECE) ha demostrado ser demasiado lenta para adaptarse a los avances tecnológicos de la conducción autónoma, dejando a los fabricantes en un limbo regulatorio. Tesla parece decidida a no esperar más.
La solución que está explorando la compañía de Elon Musk es acogerse a una exención regulatoria contemplada en el artículo 39 del Reglamento (UE) 2018/858. Este mecanismo permite a los fabricantes comercializar vehículos equipados con tecnologías innovadoras que no encajan en la legislación vigente, siempre que demuestren un nivel de seguridad equivalente o superior al exigido. En el caso de Tesla, esto significa validar ante los reguladores que su sistema FSD Supervised es tan seguro —o más— que un conductor humano bajo las normativas actuales.
RDW, la llave del plan de Tesla en Europa
El papel de la RDW, la autoridad holandesa encargada de homologaciones, es fundamental. Tesla ya tiene una relación histórica con esta entidad, que se encarga de validar sus modelos para el mercado europeo. Si RDW aprueba la solicitud de exención de Tesla bajo el artículo 39, el FSD Supervised podría empezar a operar de forma inmediata en Países Bajos, incluso antes de contar con el visto bueno del resto de países de la Unión Europea.
En este escenario, otros Estados miembros tendrían la posibilidad de aceptar voluntariamente la homologación holandesa, ampliando la disponibilidad del sistema a mercados clave como Alemania, Francia o España antes de la autorización definitiva de Bruselas.
La autorización de la Comisión Europea y el futuro del FSD en la UE
Pero para que el despliegue de FSD sea completo y estable en la UE, Tesla necesita la autorización formal de la Comisión Europea. Este paso convertirá la exención nacional provisional en una homologación de tipo válida en toda la Unión Europea durante un mínimo de 36 meses. Ese plazo permitirá a los legisladores actualizar las regulaciones conforme a lo estipulado en el artículo 40 del mismo reglamento.
Este sería el primer caso en Europa de una tecnología de conducción autónoma avanzada que recibe una exención de este tipo, sentando un precedente para otros fabricantes. Si Tesla convence a los reguladores de que FSD Supervised ofrece un nivel de seguridad y fiabilidad superior, el sistema podría abrir la puerta a una ola de cambios normativos, acelerando la adopción de la conducción autónoma en Europa.
¿Qué significa esto para los conductores europeos?
Si todo va según lo previsto, Tesla podría lanzar FSD Supervised en Países Bajos entre mayo y junio de 2025. Posteriormente, se espera un despliegue más amplio durante el tercer y cuarto trimestre del año en el resto de Europa. Esta hoja de ruta dependerá, eso sí, del respaldo de los miembros del Comité Técnico de Vehículos de Motor (TCMV) y de la Comisión Europea.
En paralelo, la Comisión tendría que trabajar con la UNECE para modificar las normativas internacionales, como el Reglamento 157 sobre sistemas de mantenimiento de carril o el Reglamento 79 sobre dirección automatizada, adaptándolos a las nuevas realidades tecnológicas. La idea es que, tras esta primera exención, el FSD deje de ser una excepción y pase a formar parte del marco legal ordinario en Europa.
Un precedente que podría cambiar el juego
Este movimiento de Tesla podría reconfigurar el mercado europeo de la conducción autónoma. Mientras la UNECE avanza a ritmo lento en sus actualizaciones normativas, el artículo 39 ofrece a los fabricantes un atajo para probar y validar tecnologías disruptivas sin tener que esperar años para su homologación definitiva. Y Tesla quiere ser la primera en aprovecharlo.
Si logra el respaldo de RDW y de la Comisión Europea, el FSD Supervised será el primer sistema de conducción autónoma avanzado que circule legalmente en Europa, lo que podría dar a la marca un ventaja competitiva sustancial en un mercado que ya mira hacia el futuro de la conducción sin manos.