Xiaomi lleva poco más de un año en el sector del automóvil, pero el fabricante chino no pierde el tiempo. Desde el lanzamiento de su primer coche eléctrico, el SU7, en abril de 2024, la compañía ha sorprendido al mercado por su agresiva política de precios, su alto nivel tecnológico y unas cifras de ventas que la colocan como un nuevo peso pesado en la electrificación global. Ahora, Xiaomi prepara un salto tecnológico que podría volver a agitar el tablero: el desarrollo de sus propias baterías de estado sólido.
Aunque varias compañías llevan años investigando este tipo de baterías, los planes de Xiaomi apuntan a colocarse en la línea de salida antes de lo previsto. Una reciente patente filtrada desvela los avances de la marca: su diseño propone una estructura de electrodos dispuestos en capas, lo que mejora la conductividad iónica y la densidad energética. Además, el colector de corriente también integra varias capas, lo que acorta el trayecto de los iones dentro de la célula y mejora el rendimiento general de la batería.
Xiaomi asegura que estas baterías podrían alcanzar autonomías de hasta 1.200 km, superando con holgura los registros actuales de modelos como el Tesla Model S Long Range (hasta 651 km según el ciclo WLTP) o el Mercedes EQS 450+ (hasta 784 km WLTP). Añaden, además, que serían capaces de recuperar 800 km de autonomía en apenas 10 minutos de carga a alta potencia.
Un detalle no menor es que el diseño de Xiaomi también contempla un empaquetado compacto, con una altura de solo 120 mm, lo que mejora el aprovechamiento del espacio interior del vehículo. La marca habla de una eficiencia de volumen del 77,8%, un dato especialmente relevante para el diseño de futuras plataformas.
A diferencia de otros fabricantes que trabajan con proveedores externos, Xiaomi está desarrollando sus baterías con la intención de fabricarlas en masa en las mismas líneas de producción que las baterías actuales, lo que podría reducir costes y facilitar una transición rápida cuando la tecnología esté lista.
Actualmente, empresas como CATL, BYD, Toyota o BMW también están invirtiendo recursos en las baterías de estado sólido, aunque la mayoría no prevén su llegada al mercado antes de 2030. Xiaomi, por su parte, busca adelantarse a ese calendario, lo que podría suponer una ventaja competitiva si consigue escalar la producción antes que sus rivales.
Mientras tanto, el fabricante sigue ampliando su gama de modelos. Tras el éxito comercial del SU7 en China, donde está rompiendo registros en un mercado cada vez más competitivo, Xiaomi prepara el lanzamiento del YU7, su primer SUV eléctrico, que llegará a los concesionarios en julio de este año. Además, para finales de 2025 o principios de 2026 está previsto el debut de un tercer modelo, que incorporará por primera vez una motorización híbrida enchufable.