Prueba del Mercedes CLA 2025, un rival muy serio a Tesla

Mercedes prepara una ofensiva seria en el terreno eléctrico con su próximo CLA, una berlina compacta de corte coupé que estrenará versión 100% eléctrica en 2026. El modelo, inspirado técnicamente en el prototipo Vision EQXX y desarrollado sobre la nueva plataforma MMA, quiere marcar distancias con rivales directos como el Tesla Model 3, el BMW i4, el Polestar 2 o el BYD Seal, y para ello se apoya en una receta ambiciosa: eficiencia extrema, carga ultrarrápida, mucho equipamiento y un diseño más personalizable que nunca.

La versión tope de gama contará con una batería NMC de 85 kWh y promete una autonomía de hasta 750 km en ciclo WLTP, cifra superior a la del Tesla Model 3 Long Range o el BYD Seal Excellence AWD. A su favor, un sistema eléctrico de 800 V, inversores de carburo de silicio, caja de cambios de dos velocidades (como en el Taycan) y una bomba de calor de múltiples fuentes. Todo ello pensado para superar los 8 km por kWh en condiciones reales, una cifra que hoy solo alcanzan modelos muy optimizados como el Hyundai Ioniq 6 (según datos de EV Database).

Las versiones de acceso contarán con tracción trasera y una batería LFP de 58 kWh, más modesta pero más asequible. Aunque no alcanzará las cifras de autonomía del modelo superior, Mercedes promete una eficiencia también destacada, gracias a la misma base tecnológica. Además, las versiones más potentes integrarán tracción total con doble motor (uno delantero desacoplable), ofreciendo hasta 375 CV combinados y un sistema de frenada regenerativa mejorado, que logra una transición suave y realista entre la frenada eléctrica y la convencional.

La carga es otro de los puntos fuertes del CLA eléctrico. Según Mercedes, podrá recuperar hasta 300 km de autonomía en 10 minutos gracias a potencias de carga de hasta 320 kW en corriente continua. Hoy solo el Porsche Taycan y algunos modelos de Hyundai/Kia con arquitectura E-GMP alcanzan cifras similares, aunque la infraestructura pública para aprovechar estas potencias sigue siendo escasa en muchos mercados europeos.

En cuanto a diseño y habitabilidad, el nuevo CLA mantendrá su línea de coupé de cuatro puertas, con un maletero de 395 litros y una buena habitabilidad trasera gracias al suelo plano. Aunque por capacidad no supera al Tesla Model 3 o el BMW i4, la calidad de acabados y la variedad de opciones de personalización están por encima: hasta ocho tipos de tapicería y varios acabados para la consola central, incluidos papel reciclado con textura zen, madera o aluminio.

El interior estrena la llamada “MBUX Superscreen”: tres pantallas integradas en una única superficie, con ChatGPT integrado, planificación de rutas con tiempos de carga y un sistema de infoentretenimiento similar a un smartphone. Además de CarPlay y Android Auto inalámbricos, incluye conectividad con consolas, juegos, streaming y un sistema de control por voz que, aunque aún está en desarrollo, apunta alto.

En conducción, Mercedes ha logrado una puesta a punto precisa y agradable, con una dirección directa y una suspensión eficaz incluso en condiciones exigentes (el prototipo se probó en una pista helada). El tacto del pedal de freno destaca frente a rivales eléctricos donde la transición entre frenada regenerativa y fricción suele ser menos refinada.

Aunque no hay precios confirmados, se espera que el CLA eléctrico arranque por encima de los 50.000 euros en su versión básica, con las más equipadas acercándose a los 70.000 €. Un posicionamiento premium que buscará justificar con tecnología, eficiencia y una experiencia de usuario más completa que la de sus rivales directos.

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