¿Está buscando Tesla un sustituto a Elon Musk?

El ruido en torno al futuro de Elon Musk al frente de Tesla no deja de crecer. Según publicó The Wall Street Journal, el consejo de administración habría iniciado discretamente la búsqueda de un sucesor para el CEO, un movimiento que reflejaría la creciente incomodidad de los inversores ante el deterioro del negocio y la imagen del fundador. Aunque horas después la presidenta del consejo, Robyn Denholm, desmintió “rotundamente” esta versión en X, lo cierto es que la presión sobre Musk se acumula.

La noticia salta en un momento complicado para la automotriz de Austin. Tesla cerró el primer trimestre de 2025 con una caída del 71% en su beneficio neto y sus ventas globales retrocedieron por primera vez en más de una década. Los recortes de precios, pensados para hacer frente a la ofensiva de BYD en Asia y de Volkswagen en Europa, no han conseguido reactivar la demanda y han erosionado los márgenes. El margen operativo cayó al 5,5%, muy lejos del 19,2% que alcanzaba en el primer trimestre de 2022 (Tesla, informes trimestrales).

El Cybertruck, que debía marcar el regreso al protagonismo, ha terminado simbolizando los problemas actuales de la empresa: precio inflado, defectos de fabricación, y una demanda muy por debajo de lo esperado. Según Cox Automotive, Tesla solo ha matriculado 39.000 unidades del Cybertruck en EE. UU. desde su lanzamiento, frente a las 250.000 prometidas. A esto se suman ocho llamadas a revisión, algunas por fallos que comprometen la seguridad básica del vehículo.

Mientras tanto, el papel de Musk dentro y fuera de Tesla ha generado fricciones internas. Una de las voces que más llamó la atención fue la del directivo Eliah Gilfenbaum, quien habría dicho en reuniones internas que el activismo político del CEO dificultaba contratar y retener talento, sobre todo en plazas clave como California y Berlín. Poco después, Gilfenbaum fue apartado de la compañía sin explicaciones públicas.

Musk ha intentado calmar las aguas asegurando que dedicará “mucho más tiempo a Tesla”, aunque también insiste en desviar el foco hacia sus apuestas en inteligencia artificial y robótica. El robot humanoide Optimus y el Cybercab, un coche autónomo sin volante ni pedales, son parte del relato de futuro que intenta sostener la valoración bursátil de la firma, que ha perdido un 38% de su capitalización en los últimos 12 meses (Yahoo Finance, abril 2025).

En paralelo, el consejo de administración ha creado un comité especial para revisar la compensación de Musk, después de que un tribunal de Delaware tumbara el paquete de retribución aprobado en 2018, valorado en más de 50.000 millones de dólares. El CEO ha expresado en reiteradas ocasiones su molestia por no haber cobrado salario durante siete años, aunque controla aún el 13% del capital social de Tesla.

En el fondo, el debate sobre la permanencia de Musk no solo pasa por los resultados o los escándalos, sino por la percepción de que su implicación con Tesla ya no es total. Su presencia en X (la antigua Twitter), su participación en la nueva campaña presidencial de Donald Trump y su interés en proyectos como SpaceX, Neuralink o xAI, alimentan la idea de que la era del “one-man show” podría estar tocando su límite operativo.

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