El coste oculto de elegir el cargador más potente

Viajar en coche eléctrico en 2025 sigue implicando una cierta planificación: elegir bien dónde parar, asegurarse de que el cargador funciona, y —cada vez más— decidir cuánto pagar por el mismo resultado. Porque en muchas estaciones, la diferencia de precio entre un cargador ultrarrápido de 800V y uno convencional de 100 kW no se traduce en una carga más rápida, especialmente si tu coche no es de gama alta.

Tarifas dispares en función del poste

Las electrolineras de alta potencia, como las de IONITY, Iberdrola Pública, Repsol o Cepsa, aplican precios que oscilan entre 0,59 y 0,79 €/kWh para cargadores de más de 150 kW. Mientras tanto, operadores como Zunder, Endesa X Way o Wenea mantienen tarifas de entre 0,39 y 0,50 €/kWh en puntos de 50 a 100 kW.

Si tu coche no es capaz de cargar por encima de 120 o 130 kW —lo más habitual salvo en modelos de 800V—, el ahorro de tiempo en un cargador más caro puede ser de solo 5-10 minutos, pero el sobrecoste por cada recarga puede superar los 4-6 euros en una sesión típica de 30 kWh.

Carga igual de rápida, pero más cara

Algunos ejemplos reales:

  • Un Tesla Model 3 RWD, con pico de 170 kW, no aprovecha un cargador de 350 kW, porque la potencia baja rápido tras el 40-50% de batería. En muchos casos, en un poste de 120 kW bien mantenido, carga en tiempos similares a los de una estación de 800V… pero con 30% menos de coste.

  • Un MG4 Standard se queda en torno a los 117 kW en condiciones ideales. En un cargador de 350 kW pagarás más, pero no ganarás velocidad.

  • Un Cupra Born con batería de 58 kWh puede tardar 30 minutos en llegar al 80% tanto en un poste de 100 kW como en uno de 800V si la curva de carga está en el tramo descendente.

Cuándo sí puede compensar

La única situación en la que pagar más tiene sentido es cuando tu coche es compatible con 800V (Hyundai Ioniq 5, Kia EV6, Taycan, e-tron GT) y encuentras un cargador libre que realmente entrega más de 200 kW. En esos casos, sí puedes recuperar 250 km en menos de 20 minutos y justificar el coste.

También puede merecer la pena si necesitas fiabilidad: las estaciones ultrarrápidas suelen estar mejor mantenidas, tener mejor conexión a red y menos saturación. Ahí el valor no está solo en la velocidad, sino en no perder el tiempo buscando otro punto si uno falla.

Ojo con el precio por minuto

Algunas operadoras añaden una penalización por tiempo a partir de cierto punto (por ejemplo, 0,50 €/minuto tras 45 minutos). En ese caso, cargar más rápido puede evitarte recargos si te despistas. Pero no es lo común: la mayoría de redes grandes facturan solo por energía (kWh).

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