¿Cuándo se aprobará la conducción de Tesla autónoma en Europa?

Desde que Tesla lanzó su sistema Full Self-Driving (FSD) en octubre de 2020, la compañía ha acumulado más de 3.000 millones de millas conducidas con esta tecnología. Sin embargo, mientras que el FSD sigue avanzando en América del Norte, su despliegue en mercados clave como Europa y China sigue enfrentando obstáculos regulatorios.

La empresa liderada por Elon Musk ha continuado mejorando su software de conducción autónoma con actualizaciones constantes, destacando la versión FSD v13, que ha sido muy bien acogida por sus clientes. Además, en su reciente informe de resultados del cuarto trimestre de 2024, Tesla mostró un video con la tecnología FSD sin supervisión operando dentro de su fábrica en Fremont, lo que generó expectativas sobre su posible implementación a gran escala.

A pesar de estos avances, Musk reconoció durante la última llamada de resultados que las barreras regulatorias en Europa y China están retrasando la expansión de FSD.

Europa: exceso de regulación y demoras burocráticas

Uno de los principales problemas que Tesla enfrenta en Europa es la compleja estructura regulatoria del continente. Durante la conferencia de resultados, Musk calificó la situación como una “capa sobre capa de regulaciones y burocracia” que ralentiza la innovación.

“El problema es que Estados Unidos innova y Europa regula. Para que podamos lanzar siquiera una versión supervisada de FSD en Europa, debemos atravesar un proceso burocrático extenso con los reguladores de los Países Bajos, que luego presentan la solicitud a la Unión Europea”, explicó Musk.

Según el CEO de Tesla, el proceso sigue un calendario fijo, lo que impide adelantar los plazos. Se espera que la autorización para FSD en Europa llegue en mayo de 2025, pero Musk admitió que la espera podría extenderse hasta 12 meses más, dependiendo de la respuesta de los reguladores.

China: limitaciones de datos y desafíos de infraestructura

El caso de China presenta un problema diferente. El gobierno chino prohíbe la transferencia de datos de video fuera del país, lo que impide a Tesla entrenar su sistema FSD con imágenes recopiladas en sus vehículos en territorio chino. Por otro lado, las regulaciones estadounidenses tampoco permiten que Tesla realice el entrenamiento de inteligencia artificial en China.

Para sortear esta restricción, la compañía ha recurrido a fuentes públicas de video de calles chinas y ha desarrollado un simulador extremadamente preciso para entrenar su sistema sin necesidad de recopilar datos de conducción reales dentro del país.

Uno de los mayores desafíos en China son los carriles exclusivos para autobuses, cuyo uso varía según la hora del día y está estrictamente regulado con multas automáticas para quienes los usen en horarios indebidos. “El auto debe reconocer la señalización, entender la hora del día y actuar en consecuencia. Pero lo resolveremos”, aseguró Musk.

Un futuro incierto pero prometedor

El éxito de FSD a nivel global es clave para Tesla, ya que la conducción autónoma representa una gran parte de su propuesta de valor a futuro. Mientras que la tecnología avanza rápidamente en Estados Unidos y Canadá, el camino en Europa y China sigue lleno de obstáculos que la compañía deberá superar si quiere consolidarse como el líder mundial en movilidad autónoma.