A simple vista, enchufar un coche eléctrico a un cargador de 800V suena como la opción ideal para cargar más rápido. Pero si tu coche funciona con una arquitectura de 400V —como el 90% de los modelos eléctricos que circulan hoy por España—, usar un cargador de 800V no hará que cargue más rápido… aunque puede tener algunas ventajas ocultas.
Lo primero: sí, puedes usarlo
Los cargadores ultrarrápidos (High Power Charging) que operan a 800V y hasta 350 kW están diseñados para adaptarse a cualquier vehículo que use conector CCS Combo. Eso incluye tanto coches de 800V (como el Hyundai Ioniq 5 o el Porsche Taycan) como la gran mayoría de 400V, desde un MG4 hasta un Tesla Model 3.
El cargador detecta el sistema del coche y adapta automáticamente la tensión y la intensidad. Así que no hay problema en conectarse, pero la potencia final no depende del poste: depende de tu coche.
No, no carga más rápido
Un coche de 400V no puede “aprovechar” la tensión de 800V. Su sistema interno simplemente no lo permite. Si tu coche admite una potencia máxima de 125 kW en carga DC, eso es lo máximo que recibirás, aunque el poste sea capaz de entregar 350 kW.
Por ejemplo:
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Volkswagen ID.4: máximo 135 kW → mismo resultado en cargador de 800V o de 150 kW.
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Renault Megane E-Tech: unos 130 kW → solo se alcanzan en condiciones ideales, sin importar el voltaje del poste.
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Tesla Model 3 Highland RWD: hasta 170 kW → solo en estaciones que no limiten amperaje, no por la tensión.
La única excepción serían cargadores muy antiguos o mal mantenidos, donde sí podría notarse cierta mejora si cambias a uno de gama alta y bien refrigerado.
Ventajas indirectas
Usar un cargador de 800V puede tener beneficios, pero más por el equipo que por el voltaje:
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Mejor refrigeración del cable: permite entregar más potencia sostenida sin recortes por sobrecalentamiento.
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Menor ocupación: muchos usuarios aún piensan que no pueden usarlos, así que suelen estar menos saturados.
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Mayor fiabilidad: son postes nuevos, con mejor mantenimiento, apps más actualizadas y sistemas de carga más estables.
Por tanto, si tienes prisa o necesitas fiabilidad en un viaje, puede merecer la pena usarlos. Pero si hablamos solo de velocidad, la mejora será nula si tu coche no lo permite.
¿Y qué pasa con el precio?
La mayoría de operadores aplica tarifas más altas en cargadores ultrarrápidos. En España, los puntos de más de 150 kW suelen costar entre 0,59 y 0,79 €/kWh, frente a los 0,39-0,50 €/kWh de los cargadores rápidos de 50-100 kW. Si no vas a cargar más rápido, estarás pagando más por un resultado idéntico.