BYD ha vuelto a sorprender al sector del automóvil. Esta semana, el fabricante chino ha presentado un conjunto de innovaciones tecnológicas que le colocan en la vanguardia de la movilidad eléctrica. Su nuevo motor eléctrico de alto rendimiento, capaz de alcanzar 30.511 revoluciones por minuto y ofrecer 580 kW de potencia (equivalente a 778 CV), se convierte en el más potente fabricado en serie hasta la fecha, superando ampliamente a rivales como el Xiaomi V8s(27.200 rpm) o el Tesla Model S Plaid (20.000 rpm).
El avance es tan significativo que BYD ha decidido implementar esta mecánica, no en sus modelos de lujo Yangwang U9 o U7, sino en sus nuevos SUV y berlinas premium familiares, el Han L y el Tang L. Dos vehículos que, por prestaciones, bien podrían rivalizar con superdeportivos:
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BYD Han L: de 0 a 100 km/h en 2,7 segundos y de 100 a 200 km/h en 4,74 segundos.
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BYD Tang L: de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y de 100 a 200 km/h en 6,19 segundos.
Estas cifras han abierto un debate en redes sociales sobre si este nivel de potencia (más de 1.000 CV en algunos casos)es adecuado para vehículos que, en principio, están pensados para familias. Algunos expertos en seguridad vial han mostrado su preocupación sobre si los conductores medios podrán controlar tal nivel de prestaciones. Para responder a estas dudas, BYD ha integrado un sistema de desbloqueo progresivo del modo de alto rendimiento, muy similar al que Xiaomi ofrece en su nuevo SU7 Ultra.
Tecnología de vanguardia en un tamaño reducido
El nuevo motor de BYD destaca no solo por su potencia, sino también por su eficiencia y compactación. La densidad de potencia alcanza los 16,4 kW/kg, lo que significa que es la mitad de tamaño y el doble de potencia que otros motores de la competencia, como el del Tesla Model 3.
Entre sus características técnicas más destacadas se incluyen:
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Imanes de alta energía N50EH, que mejoran el rendimiento magnético en un 18%.
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Reducción del 44% en pérdidas de corriente y un 21% menos de pérdida de cobre, gracias a su diseño de bobinado de 10 capas.
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Hojas de acero al silicio ultrafinas de 0,2 mm, que minimizan la pérdida de hierro.
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Precisión en el balance dinámico de 50 mg, el doble de exigente que el estándar de la industria.
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Un módulo de carburo de silicio (SiC) de 1.500V, que permite manejar cargas ultraaltas.
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Sistema de refrigeración directa por refrigerante, para una disipación de calor más eficiente.
Además, el motor puede funcionar como generador, lo que se traduce en una frenada regenerativa mucho más potentey en un menor uso de los frenos mecánicos. Esto, a su vez, mejora la eficiencia general del vehículo.
La Super e-Platform y la carga ultrarrápida de 1 MW
Otra de las novedades estrella de BYD es su nueva plataforma modular, la Super e-Platform, diseñada para ofrecer cargas ultrarrápidas de hasta 1.000 kW mediante su sistema MW Flash. Esta capacidad permite recuperar centenares de kilómetros de autonomía en apenas unos minutos, algo que redefine los estándares actuales de recarga.
La combinación de la electrónica de potencia de carburo de silicio y el sistema de carga a alto voltaje permite que BYD prescinda de infraestructura específica, ofreciendo la máxima potencia de carga sin importar el tipo de cargador utilizado.
Un salto cualitativo para la movilidad eléctrica
Con estos avances, BYD refuerza su posición como uno de los fabricantes de coches eléctricos más innovadores del mundo. Sus nuevos modelos no solo apuestan por la potencia bruta, sino también por una mayor eficiencia energéticay la incorporación de tecnologías de conducción autónoma, cada vez más demandadas en el mercado chino y global.
Queda por ver si estas novedades ayudarán a resolver uno de los puntos más críticos de la marca: el consumo medio, tradicionalmente más alto que el de sus principales rivales. Sin embargo, la apuesta de BYD por la carga rápida y la optimización del motor parece marcar el camino hacia una nueva generación de vehículos eléctricos más completos.
