BYD arrasa a Tesla: más ventas, más tecnología y más futuro eléctrico

El fabricante chino BYD ha arrancado 2025 con una aceleración fulgurante, y todo apunta a que este año podría convertirse en el mayor vendedor mundial de coches eléctricos, superando por primera vez a Tesla. En el primer trimestre del año, la compañía con sede en Shenzhen entregó 986.098 vehículos, lo que representa un aumento del 58% respecto al mismo periodo del año anterior. De este total, 416.388 fueron eléctricos puros (EVs), lo que también supone un incremento notable del 39% interanual.

En contraste, los analistas ya anticipan que Tesla revelará esta semana una caída de más del 10% en sus entregas del primer trimestre, arrastrada por la caída de ventas en mercados clave como Francia y otros países europeos, donde ni siquiera la reciente actualización del Model 3 ha logrado reanimar la demanda. La diferencia de tendencias entre ambas compañías no podría ser más marcada: mientras Tesla lidia con la saturación de sus mercados tradicionales y la presión de precios, BYD está capitalizando el auge de los híbridos en China y su agresiva expansión fuera de los mercados occidentales.

Una ventaja competitiva tecnológica que no se menciona: el software de asistencia al conductor de BYD

Más allá de las cifras de ventas, BYD está apostando fuerte por el desarrollo tecnológico propio, un aspecto que podría consolidar aún más su liderazgo. Uno de los elementos diferenciadores menos conocidos es que BYD ya ofrece, de forma gratuita en varios de sus modelos, un avanzado sistema de asistencia al conductor, que incluye funciones como mantenimiento de carril, frenada automática de emergencia y control adaptativo de velocidad. Aunque no se presenta con el marketing agresivo de Tesla y su «Autopilot», la tecnología de BYD ofrece prestaciones similares, y lo hace sin sobrecoste, algo que puede resultar decisivo para muchos compradores.

Carga ultrarrápida: el próximo campo de batalla

Otra gran apuesta de BYD está en el terreno de la infraestructura: la compañía está desarrollando su propia tecnología de carga ultrarrápida, que promete reducir drásticamente los tiempos necesarios para recargar un vehículo eléctrico. A diferencia de otras propuestas, este sistema requerirá una red específica de estaciones de carga, lo que representa un desafío logístico, pero también una gran oportunidad. Si BYD logra establecer su tecnología como un estándar industrial, podría licenciarla a terceros y abrir una nueva vía de ingresos a través de royalties y acuerdos internacionales.

Esta estrategia recuerda a lo que ocurrió con el estándar CCS o con el sistema de carga rápida de Tesla (NACS), que recientemente ha sido adoptado por varios fabricantes en Norteamérica. En este sentido, BYD podría replicar ese modelo de éxito, pero desde una posición cada vez más dominante, gracias a su enorme base de clientes en China, el mayor mercado de vehículos eléctricos del mundo.

Un mapa diferente del futuro eléctrico

Mientras Tesla intenta mantener su cuota en un mercado más maduro y saturado, BYD se lanza con fuerza a regiones con menos presencia de marcas occidentales, como el sudeste asiático, América Latina o parte de África. Allí, la combinación de precios más accesibles, autonomía suficiente y tecnología propia le está permitiendo abrir camino sin apenas competencia directa.

Con una facturación anual que por primera vez ha superado los 100.000 millones de dólares, y una producción en constante expansión, BYD parece haber dejado de ser “el Tesla chino” para convertirse en algo más ambicioso: el líder global del coche eléctrico, con tecnología propia y una hoja de ruta que podría marcar el futuro de la movilidad durante la próxima década.

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