Tesla no está en su mejor momento, por un lado tenemos su debacle bursátil y por otro lado su falta de liderazgo en el mercado automovilístico. La marca se ha centrado, prácticamente desde su nacimiento, en dos bases, la electrificación y la conducción autónoma y en ambas está siendo adelantada por empresas clásicas del mundo del motor y quizás quien mejor lo esté haciendo sea mercedes.
Por un lado la marca germana tiene uno de los coches con mayor autonomía del mercado, el EQS que promete más de 700 Km, algo que en el fondo es relativamente «fácil» de conseguir haciendo un coche con más batería.
El otro hito que ha alcanzado la marca alemana está en la conducción autónoma ya que EEUU ha autorizado a la marca el primer automóvil de conducción autónoma «nivel 3». Lo ha conseguido antes que Tesla. Se trata del Automatic Lane Change (ALC), dispositivo que permite que el auto cambie de carril con el Control de crucero adaptativo y que será aprobado este mismo año en los estados de Nevada y California.
En mayo del año pasado, este mismo permiso fue otorgado a la marca alemana para determinados tramos de autopistas bajo ciertas condiciones como las de no circular a más de 60 km/h y en tramos densamente transitados, de modo de ofrecer a los conductores la posibilidad de dejar en manos del coche la conducción para poder realizar otras actividades como puede ser ver Netflix.
Sin duda un palo para Tesla que de momento no ha podido pasar del Nivel2+ pese a los años que llevan prometiéndonos la conducción autónoma total, el ansiado Nivel 5 que cada día parece más lejano.
