Tesla lanza FSD v14.1 con “drop‑offs” estilo robotaxi y mejoras visuales

Tesla ha comenzado a desplegar la versión 14.1 de su sistema Full Self-Driving (Supervised), una actualización que introduce cambios profundos en el comportamiento del vehículo, sobre todo en su capacidad para actuar con mayor autonomía e inteligencia en situaciones reales. Esta versión es, según la propia marca, el mayor avance en casi un año.

La novedad más llamativa es la nueva función «Arrival Options», que permite al coche simular el comportamiento de un robotaxi. El conductor puede elegir si quiere que el coche le deje en un aparcamiento, en la calle, en un garaje, en la acera o en una entrada privada. El sistema recuerda estas preferencias para cada destino y, con el tiempo, empieza a proponer por sí solo la opción más lógica.

Pero eso no es todo. El sistema de navegación ha sido completamente reestructurado: ahora está integrado directamente en la red neuronal basada en visión del coche. ¿Qué significa esto? Que el vehículo puede detectar en tiempo real desvíos, carreteras cortadas o cambios en la ruta, y adaptarse de forma automática sin depender de datos preprogramados. Es una forma de conducción mucho más fluida, basada en lo que ve el coche en ese momento.

Conducción más natural y personalizada

La actualización también introduce un nuevo perfil de conducción llamado «Sloth», aún más conservador que el modo «Chill». Conduce más despacio, elige carriles más seguros y prioriza el confort. Es ideal para quienes prefieren una conducción suave, sin brusquedades.

Tesla ha ajustado además la forma en la que el conductor interactúa con el sistema. Ahora se puede activar el modo FSD con un solo toque en la pantalla, incluso si el coche está detenido. También se han reducido las notificaciones al conductor (los famosos «nags») que suelen pedir que se mantenga la atención, para que la experiencia sea menos intrusiva.

La rueda del volante derecho, que antes servía para ajustar la velocidad exacta, ahora cambia entre los distintos perfiles de conducción. Esto permite adaptar rápidamente el comportamiento del coche sin necesidad de entrar en menús.

Más preparado para el mundo real

Otra mejora destacada es la capacidad del coche para reaccionar ante vehículos de emergencia como ambulancias, bomberos o patrullas de policía. El sistema es capaz de detectar las señales visuales y sonoras y apartarse de forma segura.

También se han refinado las respuestas del coche ante situaciones complejas: escombros en la carretera, giros sin protección, autobuses escolares, accesos con barreras, o vehículos que se incorporan de forma agresiva. La idea es que el coche actúe de forma más humana, más previsible, y sobre todo más segura.

El sistema incorpora incluso una función automática de limpieza para la cámara delantera, con un pequeño chorro de lavado que se activa si detecta suciedad. Y si la visibilidad de la cámara interior (que apunta al parabrisas) está afectada, el coche avisará para que se limpie. Son detalles pequeños, pero importantes para garantizar el funcionamiento del sistema en condiciones reales.

Una sensación más “viva”

Según Tesla, esta nueva versión de FSD incluye una red neuronal con diez veces más parámetros que versiones anteriores. Esto le permite ofrecer una conducción más fluida, más adaptable, y con una sensación de “inteligencia” mucho más marcada. Incluso se habla de que el coche “parece sentir”, en el sentido de que toma decisiones de forma más coherente y natural, no como un sistema rígido o mecánico.

Aunque sigue siendo un sistema supervisado —es decir, el conductor debe estar atento y listo para tomar el control—, está claro que Tesla se acerca cada vez más al objetivo final: una conducción autónoma completa, en la que el coche no solo conduce, sino que piensa, decide y se adapta como un verdadero chófer digital.

La versión 14.1 marca un antes y un después. No por su estética, sino por su profundidad tecnológica y por cómo empieza a romper la barrera entre el vehículo actual y el robotaxi del futuro.

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