Tesla agota en 24 horas las palancas de intermitentes a 660 euros

Primero llegaron las bromas. Después, las críticas. Y en menos de 24 horas, el silencio: Tesla ha agotado todas las existencias de su polémico retrofit de palancas de intermitentes para el Model 3 Highland. Un accesorio que cuesta 660 euros, generó un aluvión de comentarios en redes sociales… y aun así voló de los almacenes. ¿Era tan absurdo como parecía? ¿O estamos ante una demanda real y contenida que Tesla supo leer con precisión?

660 euros por unas palancas: entre la burla y la fiebre de compra

Con la llegada de los renovados Model 3 Highland y Model Y Juniper, Tesla no solo introdujo mejoras en batería, acabados y autonomía. También dio un paso atrás —o hacia adelante, según se mire— en ergonomía: recuperó las palancas físicas de intermitentes que había eliminado en favor de botones hápticos en el volante.

El cambio fue bien recibido. Tanto, que Tesla lanzó el sistema de intermitentes como retrofit oficial, es decir, como accesorio postventa para que los propietarios de Model 3 Highland sin palancas pudieran instalarlas en sus vehículos. El precio: 660 euros.

La cifra provocó todo tipo de reacciones. Risas, memes y comentarios sarcásticos inundaron redes como X y foros de usuarios. Sin embargo, la respuesta de los clientes fue otra: en menos de un día, Tesla agotó todo el stock disponible para Europa.

¿Qué incluye este retrofit y por qué ha tenido tanto éxito?

El kit oficial lanzado por Tesla incluye:

  • Palanca de intermitentes integrada en la columna de dirección

  • Nuevo módulo de control

  • Cableado y adaptadores necesarios

  • Software para reconfigurar el sistema

Tesla no ha especificado si la instalación será ofrecida por sus propios servicios técnicos o si el cliente deberá acudir a talleres autorizados. En cualquier caso, el retrofit ha sido aprobado y diseñado por la propia marca, lo que lo convierte en la opción más fiable y garantizada frente a las alternativas del mercado paralelo.

Los kits alternativos: más baratos, pero no tanto

Fabricantes como Enhauto, Hansshow o Teslize llevan meses ofreciendo soluciones aftermarket para incorporar palancas físicas a los modelos que ya no las tienen. Por ejemplo, el kit S3XY Stalks + Commander cuesta en torno a 413 euros para el Model 3 y unos 433 euros para el Model S/X desde 2021 en adelante.

Estos kits incluyen no solo la palanca, sino un pequeño módulo de control (Commander) que se conecta vía OBD, herramientas de instalación y en algunos casos incluso actualizaciones OTA. Sin embargo, su integración no siempre es perfecta y, al no contar con el respaldo oficial, pueden afectar a la garantía del vehículo.

¿Tan mal estaban los intermitentes hápticos?

La decisión original de Tesla de eliminar las palancas se basó en su apuesta por un interior más limpio, con controles integrados en el volante y la pantalla central. El intermitente háptico, activado mediante un botón sensible al tacto, sustituía el gesto tradicional de subir o bajar una palanca.

Para algunos usuarios —especialmente conductores experimentados—, el cambio supuso una pérdida de precisión y naturalidad, sobre todo en maniobras rápidas o situaciones complejas como rotondas o incorporaciones.

Otros, sin embargo, se adaptaron sin mayor dificultad. Como explica el propio autor del artículo, tras unos pocos kilómetros el sistema se hace intuitivo, aunque reconoce que no es tan cómodo ni directo como una palanca tradicional.

¿Capricho, necesidad o simple nostalgia?

La rapidez con la que se han agotado las palancas sugiere una realidad clara: el cliente quiere elegir. Tesla ha escuchado esa demanda. Aunque fue de los primeros fabricantes en eliminar las palancas físicas, también ha sido de los primeros en ofrecer una alternativa oficial para quien prefiera recuperarlas.

Más allá del precio —elevado, pero comparable al aftermarket—, el éxito del retrofit demuestra que hay un nicho de clientes que valora la ergonomía clásica, incluso en un coche futurista.

Deja una respuesta