Renault ha encontrado un filón con su R5 eléctrico que tan buena acogida ha tenido en el mercado y ha querido aprovechar este buen momento para dar un golpe sobre la mesa con el anuncio del nuevo Renault 5 Turbo 3E, un modelo que rompe esquemas y revive uno de los deportivos más icónicos de la marca, el Renault 5 Turbo de los años 80. Y lo hace a lo grande: 540 caballos de potencia, 4.800 Nm de par motor y una silueta que no deja a nadie indiferente.
Este bestial eléctrico, que se fabricará en una serie limitada de 1.980 unidades numeradas, ya ha abierto la puerta a reservas para los más impacientes, aunque las primeras entregas no llegarán hasta 2027. Tiempo suficiente para que los entusiastas se preparen para el coche de serie más potente jamás producido por Renault.
Aunque conserva la esencia del original, el Turbo 3E poco tiene que ver con el actual Renault 5 E-Tech. Mide 4,08 metros de largo y 2,03 metros de ancho, en parte por sus paragolpes sobredimensionados y una carrocería ensanchada que recuerda a su mítico predecesor. Y si el diseño impresiona, el rendimiento va un paso más allá.
El secreto de sus brutales cifras radica en dos motores eléctricos integrados en las ruedas traseras, cada uno capaz de entregar 270 CV y 2.400 Nm de par, gestionados de manera independiente. Esta configuración elimina la necesidad de una transmisión convencional, imposible de fabricar a un coste razonable para soportar semejante par motor. La aceleración de 0 a 100 km/h se sitúa por debajo de los 3,5 segundos, mientras que la velocidad máxima se fija en 270 km/h en pista.
El chasis específico de aluminio y la carrocería de fibra de carbono logran contener el peso en torno a 1.450 kg, aunque Renault se marca el ambicioso objetivo de acercarse a los 1.400 kg antes de iniciar la producción. Esto da como resultado una relación peso/potencia de 2,68 kg por CV, un dato digno de superdeportivos de gasolina.
Una batería de 70 kWh y carga ultrarrápida de hasta 350 kW
El Renault 5 Turbo 3E equipa una batería de 70 kWh con tecnología de 800 voltios, lo que le permite alcanzar recargas ultrarrápidas de hasta 350 kW en corriente continua. Según la marca, es posible pasar del 15% al 80% de carga en apenas 15 minutos, un dato fundamental para quienes quieran disfrutar del coche en circuito, donde podrá exprimirse al máximo durante unas tandas antes de volver al cargador.
En condiciones de conducción más normales, esta batería le otorgaría una autonomía superior a los 400 km, aunque nadie espera que este coche se compre para realizar largos viajes.
Un interior pensado para el disfrute y el espectáculo
El habitáculo es una fusión entre el Alpine A290 y un coche de carreras. El volante de forma achatada incluye mandos específicos para modos de conducción, frenada regenerativa y un botón OV (Overtake) que libera los 540 CV completos durante 10 segundos, ideal para adelantar o disfrutar de una dosis extra de adrenalina.
Además, incorpora un freno de mano manual en forma de palanca diseñado para facilitar los derrapes, en combinación con el modo Race y el sistema de ayuda al drifting. Cada unidad contará con una placa numerada y un alto nivel de personalización, incluso permitiendo al comprador elegir el número de fabricación de su coche.
150.000 euros por un trozo de historia
Este capricho eléctrico no será barato. Renault cifra el precio de partida en torno a los 150.000 euros, aunque promete no restringir el acceso al modelo a clientes VIP como hacen otras marcas. Cualquiera que tenga el dinero podrá reservar su unidad en Europa, Reino Unido, Japón, Australia y Oriente Medio cuando se abran los pedidos en las próximas semanas.
El Renault 5 Turbo 3E representa el regreso de un mito, pero adaptado a los nuevos tiempos: un coche de culto, radical en diseño y prestaciones, que recupera la esencia de la competición y la traslada al mundo eléctrico.