La DGT abre la mano: Tesla ya puede probar su piloto automático en toda España.

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha dado un paso al frente y ha autorizado a Tesla para que ponga a prueba su sistema de conducción autónoma total (el famoso FSD) en todas las vías públicas españolas durante un año.

Aunque las pruebas comenzaron tímidamente en Madrid el pasado julio —con ciertas reticencias iniciales por parte del Ayuntamiento—, ahora el alcance es nacional. La DGT ha formalizado estos ensayos a través de un plan conocido como Programa ES-AV, diseñado para evaluar cómo de seguros son estos vehículos inteligentes. Dentro de este marco, Tesla ha conseguido una posición privilegiada frente a otras marcas, logrando un permiso casi total para circular.

¿Qué significa esto en la práctica?

Básicamente, los coches de la compañía de Elon Musk podrán usar su sistema de asistencia avanzada en autopistas, calles de ciudad, rotondas y semáforos. Eso sí, hay que aclarar un punto importante: aunque el coche tome muchas decisiones, el conductor sigue siendo imprescindible y debe estar atento en todo momento. No es un coche fantástico que va solo mientras te echas la siesta, sino una ayuda muy sofisticada que todavía necesita ojos humanos (lo que se conoce como nivel 2).

Tesla juega con ventaja

El programa de la DGT tiene varias etapas y Tesla ha entrado directamente en la más avanzada (la fase 3). Mientras otros fabricantes tienen que probar sus prototipos en recintos cerrados o con muchas limitaciones, Tesla tiene permiso para:

  • Sacar a la carretera hasta 19 vehículos a la vez.

  • Circular por donde quieran, sin restricciones geográficas.

  • Hacerlo sin necesidad de llevar a un «copiloto de seguridad» específico a bordo, algo que sí se exige en fases más tempranas.

Estas pruebas, que arrancaron a finales de noviembre y tienen permiso hasta finales de 2027, convierten a España en un laboratorio de pruebas real para el futuro del coche autónomo. La idea es ver cómo se comportan estos sistemas entre el tráfico normal, con sus atascos y sus imprevistos. Mientras tanto, la competencia tendrá que esperar o adaptarse a normas más estrictas, viendo cómo Tesla toma la delantera en nuestras carreteras.

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