Se acabó el chollo del coche eléctrico. Europa plantea el pago por kilómetro

En Europa ha habido una fuerte apuesta contra los coches de combustión, una de las gallinas de oro en lo que a recaudación fiscal se refiere y era cuestión de tiempo que se inventasen modos de recaudara lo mismo o incluso más en los coches eléctricos.

El primero en hacerlo ha sido el Tesoro británico que ha confirmado la introducción de un sistema de tarificación vial basado en la distancia recorrida para los coches eléctricos puros e híbridos enchufables.

La necesidad de un nuevo modelo recaudatorio

La decisión responde a un desafío fiscal global. Históricamente, los impuestos sobre la gasolina y el diésel han sido un pilar fundamental de las finanzas públicas en muchos países, financiando el mantenimiento de carreteras e infraestructuras. Sin embargo, a medida que la adopción de vehículos eléctricos (VE) se acelera, este flujo de ingresos se erosiona progresivamente. El Reino Unido, con un compromiso firme hacia la transición energética, se ha visto obligado a ser uno de los pioneros en abordar esta brecha fiscal.

Según las proyecciones, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) estima que esta nueva tarificación por uso de la carretera podría generar más de 1.100 millones de libras esterlinas (aproximadamente 1.250 millones de euros) solo en su primer año de plena implementación, asumiendo que la trayectoria de crecimiento de los VE se mantiene. Este dato subraya la magnitud del agujero fiscal que el Tesoro está intentando cubrir.

Los detalles de la tarificación por distancia

El nuevo esquema de precios, que entrará en vigor en abril de 2028, establece un sistema de doble nivel:

  • Vehículos Eléctricos Puros (BEV): Se les aplicará un cargo de 3 peniques por milla (equivalente a unos 0,021 euros por kilómetro).

  • Híbridos Enchufables (PHEV): Tendrán una tarifa menor de 1,5 peniques por milla (cerca de 0,011 euros por kilómetro).

Esta diferenciación reconoce que los PHEV, aunque tienen capacidad de conducción eléctrica, todavía dependen parcialmente de los combustibles tradicionales y, por lo tanto, ya contribuyen a las arcas públicas a través de la tasa al carburante. La medida pone fin a la exención fiscal de facto que disfrutaban los propietarios de VE y sienta las bases para un coste real de propiedad más transparente y sostenible a largo plazo.

El reto técnico y la experiencia internacional

A pesar de fijar la fecha de implementación, el gobierno británico aún tiene que definir el método exacto para medir y aplicar este cobro. La complejidad técnica de registrar con precisión el kilometraje de millones de vehículos sin comprometer la privacidad del conductor es considerable. Las opciones que se barajan incluyen el uso de datos telemáticos del propio vehículo, sistemas de rastreo GPS (similares a los peajes electrónicos), o mecanismos de control periódico de los cuentakilómetros. La elección del sistema influirá enormemente en la aceptación pública y en la logística para fabricantes y gestores de flotas.

Este enfoque de tarificación por uso de la carretera (RUC) no es exclusivo del Reino Unido. Jurisdicciones como Oregón, en Estados Unidos, y Nueva Zelanda ya han implementado modelos análogos. En Oregón, por ejemplo, los conductores de VE pagan una cuota por milla en lugar del impuesto a la gasolina, aunque la participación es voluntaria. La clave del modelo británico será su aplicación a gran escala y de manera obligatoria, situándolo como un caso de estudio crucial en Europa.

Medidas de apoyo y equilibrio fiscal

Consciente del riesgo de que este nuevo impuesto pueda ralentizar la adopción de VE, el gobierno británico ha introducido medidas de apoyo para suavizar la transición:

  • Extensión de Subvenciones: Las ayudas a la compra de vehículos eléctricos se prorrogarán hasta el periodo 2029-2030, con subsidios que pueden alcanzar las 3.750 libras. Esta extensión estratégica busca mantener la demanda alta durante los años previos a la entrada en vigor del pago por kilómetro.

  • Ajuste del Impuesto sobre Vehículos (VED): Se elevará el umbral del recargo para vehículos de lujo dentro del VED de 40.000 a 50.000 libras. Esta modificación retrasará el impacto de los impuestos adicionales en modelos de gama media-alta, como el Tesla Model Y o el Kia EV6, intentando mitigar parte del impacto del nuevo cargo por kilómetro.

En esencia, el paquete fiscal británico representa un delicado acto de equilibrio entre los objetivos climáticos y la estabilidad presupuestaria. Coloca al Reino Unido a la vanguardia de la solución a uno de los mayores dilemas de la movilidad moderna: cómo hacer que la infraestructura vial sea económicamente sostenible en la era post-combustibles fósiles.

Deja una respuesta