La DGT lo tiene claro, hay que acabar también con los coches eléctricos en las ciudades

Pere Navarro, el director de la DGT, ha vuelto a generar polémica con sus declaraciones. Esta vez ha sido durante un encuentro sobre seguridad vial en zonas urbanas, donde ha lanzado una reflexión que choca bastante con la tendencia actual: el problema de los coches en la ciudad no es solo lo que contaminan, sino el espacio que ocupan.

Según Navarro, la solución para el tráfico en el centro de las ciudades no pasa simplemente por sustituir coches de gasolina por coches eléctricos. Su argumento es sencillo: «no caben». Para él, llenar las calles de vehículos eléctricos no resuelve el verdadero reto, que es la falta de espacio físico. Básicamente, el mensaje es que no quieren coches en el centro, independientemente de qué motor lleven.

Estas palabras resultan bastante sorprendentes si tenemos en cuenta el contexto actual. Por un lado, España tiene cifras bajas de ventas de coches eléctricos en comparación con Europa; por otro, tanto Bruselas como el Gobierno español están invirtiendo mucho dinero (con ayudas de hasta 7.000 euros) para que la gente compre estos vehículos. Además, el país está apostando fuerte por esta industria con la construcción de grandes fábricas de baterías en Sagunto y Figueruelas, que prometen miles de empleos.

Sin embargo, Navarro parece ir a contracorriente. Lleva tiempo insistiendo en que el futuro de la movilidad urbana tiene que pasar por el coche compartido, e incluso ha llegado a sugerir que debería ser obligatorio ir dos o más personas en el vehículo. De hecho, esta visión ya se está notando en las carreteras: los coches eléctricos están empezando a perder ventajas, como el uso libre de los carriles Bus-VAO, por donde ya no pueden circular si el conductor va solo.

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