España acaba de dar un paso de gigante en el mundo del motor al permitir las primeras pruebas de coches completamente autónomos en carreteras abiertas al tráfico real. Tesla es la gran protagonista de este avance, tras recibir autorización para que 19 de sus vehículos prueben su sistema de conducción total (conocido como FSD). Esto convierte a nuestro país en el principal laboratorio de pruebas de Europa para esta tecnología.
Todo esto es posible gracias a un cambio en la normativa que pasó algo desapercibido el pasado mes de julio. Se trata del marco conocido como ES-AV, que básicamente permite probar vehículos que «piensan» por sí mismos sin necesidad de que haya una persona sentada al volante por seguridad; simplemente se supervisan a distancia. Esto significa acceso total a las carreteras públicas, lo que se considera la fase más avanzada en este tipo de ensayos.
Tesla ha sido muy rápida en aprovechar esta nueva normativa. En cuestión de días, consiguió el permiso para que esos 19 vehículos circulen por cualquier parte de España, sin restricciones de horario, zonas concretas o condiciones de tráfico. No se trata de un circuito cerrado ni de una demostración preparada para la galería; son pruebas de fuego en el caos del tráfico real, fundamentales para entrenar su sistema de inteligencia artificial.
Con este movimiento, España se coloca en el epicentro europeo para el entrenamiento de la IA que controla los Tesla. La compañía pasa de recopilar datos con conductores humanos a obtener información de coches que toman decisiones solos ante los imprevistos del tráfico europeo real. La apuesta es tan fuerte que ya empiezan a sonar rumores sobre flotas de «Robotaxis» funcionando en ciudades como Madrid o Barcelona tan pronto como en 2026.
Ahora falta ver cómo reaccionan los vecinos europeos. Parece que el paso dado por España ha animado a países como Alemania, Francia e Italia, que podrían unirse pronto a estas pruebas. Sin embargo, España ha sido pionera, liderando una tecnología que promete cambiar el futuro, mejorando la seguridad y la comodidad en los viajes. Además, esto abre una nueva competición comercial entre las marcas de coches por ver quién desarrolla el sistema más inteligente. Es una oportunidad de oro a futuro que Tesla quiere aprovechar para recuperar terreno tras sus recientes baches comerciales.
