Mercedes-Benz ha decidido dejar atrás cualquier complejidad innecesaria y ha lanzado el nuevo CLA 2026 con una propuesta clara: tecnología y calidad de segmentos superiores en un compacto de 4,7 metros. Disponible tanto en versión mild hybrid como 100% eléctrica, esta última es la que acapara todas las miradas. El CLA 250+ eléctrico parte de los 53.000 euros en Alemania, con impuestos incluidos, y se sitúa como el modelo de acceso a la nueva familia eléctrica de la marca.
El diseño exterior marca diferencias desde el primer vistazo. En la variante eléctrica, el frontal carece de parrilla tradicional y en su lugar incorpora un panel negro iluminado, típico de los EQ de Mercedes. Si ves un CLA con parrilla convencional, lleva motor térmico. Este detalle sirve para diferenciar rápidamente la naturaleza del modelo.
La versión 250+ está impulsada por un motor trasero de 200 kW (272 CV), acelera de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos y alcanza los 210 km/h de velocidad punta. La batería permite una autonomía real de hasta 582 km con el 83% de carga, lo que se traduce en más de 700 km si se conduce de forma eficiente con la carga completa. Hablamos de cifras de autonomía más propias de berlinas grandes que de un coche compacto. El sistema de carga admite potencias de hasta 400 kW en corriente continua (opcional), lo que permite pasar del 10 al 80% en apenas 22 minutos.
En cuanto al habitáculo, Mercedes se ha dejado llevar. El interior del CLA eléctrico no parece el de un modelo de entrada. Los asientos con función de masaje, el volante calefactable, los tres displays (uno opcional para el copiloto), la iluminación ambiental y los acabados en madera mate con inserciones doradas crean una atmósfera digna de un Clase S. El acabado Tartufo Brown —muy presente en esta unidad— y el techo panorámico aportan aún más carácter. El maletero, por cierto, mantiene una capacidad generosa y se puede ampliar abatiendo los respaldos traseros.
El sistema MBUX, que ha evolucionado en esta generación, incluye galería de imágenes, juegos y acceso a plataformas de streaming para el acompañante. También incorpora cámaras interiores, algo que Mercedes ya ha introducido en otros modelos, aunque no a gusto de todos los usuarios. Un detalle menos conseguido es la disposición de la pantalla principal, vertical y recta, alejada del diseño envolvente habitual en la marca.
En términos de habitabilidad, el nuevo CLA gana puntos con soluciones prácticas como cargador inalámbrico, túnel pasacables en la consola central y múltiples huecos portaobjetos, aunque se echa en falta una tapa para los portavasos delanteros.
La variante superior, el CLA 350, añade tracción total, pero aún no se ha confirmado el precio. En cualquier caso, el CLA 250+ ya pone sobre la mesa un equilibrio potente entre tecnología, autonomía y lujo. Mercedes apunta directamente al trono del segmento compacto premium eléctrico, un mercado en el que el BMW i4 y el Tesla Model 3 ya no están solos.