La batería que promtete 1.300 km de autonomía real

Mientras en Europa y Estados Unidos se siguen firmando alianzas, memorandos y acuerdos de intención para desarrollar baterías de estado sólido, en China ya están enseñando prototipos con cifras que hasta hace nada parecían imposibles. Chery, matriz de las marcas Omoda, Jaecoo y Ebro, ha presentado un módulo de batería de electrolito sólido con una autonomía real de hasta 1.300 kilómetros. Y no se trata de una promesa a largo plazo: las primeras unidades ya ruedan en fase de pruebas desde hace meses.

Durante su conferencia anual Global Innovation Conference, celebrada en su sede de Wuhu, el grupo Chery presentó un prototipo funcional con batería sólida polimérica sintetizada “in situ”, acoplada a un cátodo de manganeso enriquecido con litio. El conjunto alcanza una densidad energética de 600 Wh/kg, casi el doble que una celda LFP estándar actual (entre 180 y 300 Wh/kg), y permite teóricamente una autonomía de hasta 1.500 km, aunque Chery prefiere centrarse en la cifra realista de 1.300 km, obtenida tras meses de validación en carretera.

Además del alcance, el otro gran argumento es la seguridad. En las pruebas de perforación con taladro, el módulo no mostró ni humo ni llama, manteniéndose estable y funcional. Algo clave si se quiere introducir esta tecnología en vehículos de producción y escalarla a gran volumen.

La hoja de ruta de Chery apunta a un lanzamiento comercial limitado en 2026, seguido de una implantación más amplia a partir de 2027. Lo que sigue siendo un muro, como para el resto del sector, es el precio: la fabricación de baterías de estado sólido puede costar hasta 2,8 veces más que una de electrolito líquido. El uso de materiales avanzados como electrolitos sulfídicos y la baja tasa de éxito en la producción siguen encareciendo la ecuación.

Pese a ello, el movimiento de Chery refuerza el papel de China como líder indiscutible en la carrera por dominar la nueva generación de baterías. Actualmente, fabricantes chinos como CATL y BYD acaparan más del 70 % de la producción global de baterías para vehículos eléctricos (BloombergNEF), y ahora también quieren marcar el camino hacia las baterías sólidas.

Mientras tanto, Europa y Estados Unidos mantienen un ritmo más lento. QuantumScape, respaldada por Volkswagen, y Solid Power, con acuerdos con BMW y Ford, han mostrado avances, pero ninguno ha logrado aún un módulo funcional con resultados públicos de autonomía real y seguridad bajo estrés. En Europa, Mercedes-Benz ha confirmado el desarrollo de prototipos con batería sólida, aunque no se espera producción antes de 2028.

En paralelo, el mercado de eléctricos en China sigue acelerado. Según la CPCA, en septiembre se matricularon más de 800.000 coches eléctricos e híbridos enchufables en el país, lo que representa ya más del 38 % del mercado total. De esos, más del 30 % son vehículos de marcas chinas, muchas de ellas con tecnología desarrollada internamente.

Chery no solo quiere competir con sus marcas actuales, sino posicionarse como proveedor de tecnología clave para terceros. Y con una batería que promete 1.300 km reales, puede empezar a sentarse en la misma mesa que los grandes nombres del sector.

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