Tesla está a punto de desplegar (probablemente a mediados de julio) una actualización de software que promete cambiar, otra vez, la relación entre conductor y coche. Se trata de Grok 4, un asistente conversacional basado en inteligencia artificial que estará disponible en los próximos días —quizás incluso esta semana— para los propietarios de vehículos compatibles. No es solo una evolución: es una integración completa de la plataforma xAI en el sistema del coche, al estilo “cerebro nuevo, personalidad incluida”.
El propio Elon Musk lo ha descrito como una especie de «superordenador rodante con actitud». Y no va desencaminado. Grok 4 se presenta como un asistente con lenguaje natural que puede mantener una conversación fluida, entender peticiones sin necesidad de repetir comandos y —según Tesla— hacerlo con bastante más carisma que los actuales asistentes de voz del mercado.
Este despliegue forma parte de la estrategia más amplia de Tesla por fusionar sus avances en conducción autónoma con sistemas de inteligencia artificial generativa. Hasta ahora, los asistentes integrados en coches eran limitados: respuestas robotizadas, comprensión justa y escasa personalización. Grok 4 rompe esa barrera con un sistema capaz de interactuar con distintos registros y “personalidades” configurables por el usuario. El coche puede hablar como un terapeuta calmado, un personaje sarcástico o incluso un “teórico de la conspiración”. Tesla quiere que el coche no solo obedezca, sino que entretenga.
Más allá del show, también promete funcionalidad real: control por voz de climatización, navegación, música y otras funciones del coche sin necesidad de tocar pantallas o usar comandos exactos. Es decir, decir “hace calor” bastará para que el coche suba el aire acondicionado.
Eso sí, esta actualización solo estará disponible para los modelos con hardware reciente: chip Ryzen o Hardware 3 en adelante, lo que deja fuera a vehículos anteriores a 2019. También será necesario contar con conectividad Premium y una cuenta en xAI, el ecosistema de inteligencia artificial impulsado por Musk como alternativa a OpenAI y Google.
Este movimiento llega en un momento en el que Tesla necesita reforzar su propuesta tecnológica. En junio, la marca registró en Europa una caída del 36% en matriculaciones respecto al mismo mes del año pasado (datos de JATO Dynamics). En EE.UU., el panorama no es mucho mejor: las ventas del Model 3 y del Model Y han perdido tracción, mientras que competidores como BYD, Hyundai o BMW empujan fuerte con eléctricos bien equipados y más asequibles.
En paralelo, el precio medio del kWh en casa ha bajado en mercados como España —donde ha caído un 24% interanual según el OMIE—, lo que vuelve a poner en primer plano la comodidad de cargar en casa frente a las todavía irregulares redes de carga pública.
Grok 4 no va a resolver los cuellos de botella de producción ni la guerra de precios, pero sí apunta a reforzar el atractivo del “ecosistema Tesla”, en el que el coche ya no es solo un medio de transporte, sino un dispositivo conectado, cada vez más centrado en la experiencia del usuario. Habrá que ver si el asistente tiene tanto gancho como promete… o si se convierte en otro juguete para los fans.