Elon Musk podría ganar un billón de dólares si convierte a Tesla en la empresa más valiosa del planeta

Tesla ha vuelto a romper los esquemas del mercado con la presentación de un nuevo paquete de compensación para Elon Musk, valorado en hasta 1 billón de dólares, condicionado al cumplimiento de una serie de objetivos tan ambiciosos que rozan la ciencia ficción: multiplicar por ocho el valor bursátil de Tesla, alcanzar 1 millón de robots humanoides en operación y lograr 400.000 millones de dólares de beneficio operativo anual.

Este anuncio, lejos de provocar rechazo entre los analistas más cercanos a la marca, ha sido recibido con entusiasmo por Adam Jonas, veterano analista de Morgan Stanley y uno de los mayores defensores de Tesla en Wall Street. En una nota reciente, Jonas calificó el paquete como “una buena operación para los inversores”, argumentando que alinea los intereses de Musk con los del accionariado minoritario. “Sí, un billón es una cifra enorme, pero modesta si se compara con el tamaño del mercado potencial al que apunta Tesla”, escribió.

El centro de esa visión es el proyecto Optimus, el robot humanoide en el que Tesla lleva trabajando desde 2021. Jonas se atreve a afirmar que el mercado de robots humanoides podría superar con creces el tamaño del mercado laboral global actual, una comparación que subraya el potencial disruptivo de esta tecnología. “Imaginar el PIB global sin robots es como imaginarlo antes de la electricidad”, sentenció, en una analogía que no pasó desapercibida en redes.

Para que Musk reciba la totalidad de su retribución, Tesla tendría que alcanzar hitos nunca vistos: una valoración de 8,5 billones de dólares, la entrega acumulada de 20 millones de vehículos, 10 millones de suscripciones activas a la conducción autónoma, 1 millón de Tesla Bots y 1 millón de robotaxis operativos. Un camino que requerirá no solo innovación tecnológica, sino también cambios profundos en la legislación y en la aceptación social de la inteligencia artificial autónoma.

La presidenta del consejo de Tesla, Robyn Denholm, defendió el plan como esencial para garantizar que Musk continúe liderando el proyecto a largo plazo. “Este paquete refuerza la alineación entre los intereses del CEO y el valor para los accionistas”, afirmó. No es la primera vez que la compañía adopta un enfoque radical en materia de incentivos: el anterior paquete, aprobado en 2018 y ligado a objetivos de crecimiento, convirtió a Musk en el CEO mejor pagado de la historia… y también en uno de los más vigilados por los reguladores.

Pero con esta nueva propuesta, Tesla parece estar diciéndole al mercado que su futuro no está en los coches eléctricos, sino en una economía autónoma de robots e inteligencia artificial. Y si esa visión se cumple, los mil millardos podrían incluso parecer baratos.

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