El éxito ¿inesperado? del Renaul 5 eléctrico va a traer cola y sobretodo mucha nostalgia, como es el caso del Citroën 2CV eléctrico. La marca francesa trabaja ya en una reinterpretación moderna del mítico utilitario, esta vez 100 % eléctrica y con aspiraciones urbanas muy marcadas. Aunque aún no hay imágenes oficiales ni una fecha concreta de lanzamiento, todo indica que llegará a tiempo para celebrar el 80 aniversario del modelo original, en 2028.
El proyecto encaja con la estrategia de Citroën de ofrecer coches eléctricos asequibles, como ya ha hecho con el nuevo ë-C3. Por eso se espera que el 2CV eléctrico utilice la misma base técnica, una plataforma modular pensada para mantener bajos los costes de producción. Esto permitiría posicionarlo en el mercado por debajo de los 25.000 euros, incluso cerca de los 20.000, con versiones más básicas.
A nivel de diseño, se espera una reinterpretación clara del 2CV clásico: faros redondos, pasos de rueda muy marcados, techo de lona y una silueta reconocible al instante. Pero no será un calco del original, sino una versión más robusta y moderna, con los mínimos exigidos en seguridad y confort actuales. Un coche que, más allá de lo emocional, tendrá que competir en un segmento urbano muy vivo, donde ya están presentes modelos como el Dacia Spring, el Fiat Panda eléctrico o el propio ë-C3.
En cuanto a la parte técnica, las estimaciones apuntan a una batería de entre 25 y 30 kWh, lo justo para moverse por ciudad y áreas metropolitanas con cierta tranquilidad. La autonomía real podría situarse entre los 180 y los 220 km, según el tipo de conducción. No está pensado para largos viajes, sino para el día a día urbano con bajo coste de mantenimiento y consumo. Y es muy probable que incluya recarga rápida en corriente continua para mejorar su usabilidad.
Mientras tanto, hay quien no ha querido esperar. Varias empresas en Europa y América ya ofrecen conversiones eléctricas del 2CV original, sustituyendo el motor térmico por uno eléctrico y añadiendo baterías de litio. Hay kits con autonomías de 90 a 250 km, según configuración, y precios que rondan entre los 15.000 y los 25.000 euros, sin contar el coche base. Estas versiones permiten conservar el chasis y la estética clásica, pero con una conducción mucho más silenciosa, sin vibraciones ni mantenimiento complejo.
También han surgido interpretaciones más creativas, como las realizadas por carroceros que transforman el Citroën Berlingo en una réplica visual del 2CV tipo furgoneta, aunque con mecánica moderna. Son piezas limitadas, pero muestran el tirón emocional que sigue teniendo este modelo entre nostálgicos y coleccionistas.
Citroën, por su parte, parece decidida a ir más allá de la nostalgia y convertir ese interés en una propuesta real y viable para el usuario urbano. El nuevo 2CV eléctrico apunta directamente a quienes buscan un coche práctico, diferente, con personalidad y sin grandes pretensiones tecnológicas. Una vuelta al origen, pero con baterías y motor eléctrico bajo el capó.