Mercedes ya vende en España el CLA Shooting Brake que rompe la barrera de los 700 km y desafía a los grandes eléctricos

Mercedes ha iniciado la comercialización del nuevo Mercedes CLA Shooting Brake 2026, un vehículo que no solo representa una actualización estética, sino un salto tecnológico sustancial en la categoría de los compactos premium. Este modelo llega con la ambición de resolver uno de los mayores obstáculos en la adopción del vehículo eléctrico: la ansiedad por la autonomía, ofreciendo cifras que hasta hace poco estaban reservadas para berlinas de lujo de segmentos superiores.

Evolución del concepto Shooting Brake El término «Shooting Brake» tiene raíces históricas profundas que se remontan a los carruajes de caza del siglo XIX, pero en la era moderna, Mercedes lo ha reinterpretado como la fusión perfecta entre la estética deportiva de un coupé y la funcionalidad de un vehículo familiar (station wagon). Esta tercera generación del CLA mantiene esa silueta dinámica y descendente en el techo, pero optimiza el espacio interior.

El vehículo destaca por su versatilidad, ofreciendo un volumen de carga que alcanza hasta los 1.290 litros con la configuración de asientos adecuada. Esto posiciona al modelo como una alternativa real para familias que buscan diseño sin sacrificar la practicidad necesaria para viajes largos o el uso diario intensivo.

Ingeniería eléctrica de vanguardia: la arquitectura de 800 voltios Lo verdaderamente revolucionario de este lanzamiento reside en su tren motriz. Mercedes ha dotado al CLA Shooting Brake de una batería de iones de litio con una capacidad neta utilizable de 85 kWh. Sin embargo, el dato no es solo el tamaño de la batería, sino la eficiencia de su gestión.

La versión de acceso, con tracción trasera y una potencia de 200 kW (aproximadamente 272 CV), homologa una autonomía de hasta 761 kilómetros bajo el ciclo WLTP. Para poner esto en perspectiva, esta cifra supera a la gran mayoría de sus competidores directos y permite realizar trayectos interurbanos largos sin paradas. Por otro lado, la variante CLA 350 4MATIC añade un segundo motor para ofrecer tracción integral y mayor potencia, sacrificando mínimamente el alcance, que se sitúa en unos notables 730 kilómetros.

Además, la incorporación de un sistema de carga de corriente continua con arquitectura de 800 voltios es un diferenciador técnico clave. Esta tecnología, habitualmente reservada para superdeportivos eléctricos o gamas muy altas, permite tiempos de recarga ultrarrápidos, admitiendo potencias que reducen drásticamente el tiempo de espera en estaciones de carga pública.

La digitalización total del habitáculo En el interior, el fabricante alemán continúa su apuesta por la «hiperpantalla». El acabado deportivo AMG Line incluye de serie la denominada Superscreen MBUX, una superficie digital que se extiende a lo largo del salpicadero abarcando hasta 44 pulgadas. Este sistema no es meramente estético; integra inteligencia artificial para aprender de las rutinas del conductor, gestión térmica mediante bomba de calor (vital para preservar la autonomía en invierno) y un ecosistema de conectividad que incluye desde reconocimiento facial hasta integración nativa con plataformas móviles.

El equipamiento de serie se ha estructurado en dos niveles: Progressive y AMG Line. Desde la base, el coche incluye una suite completa de seguridad activa, como el asistente de mantenimiento de carril y el control de ángulo muerto, elementos que en otras marcas suelen ser opcionales.

Un futuro híbrido en el horizonte Aunque el protagonismo actual recae sobre las variantes 100% eléctricas, Mercedes es consciente de que la transición es gradual. Por ello, se ha confirmado que a principios de 2026 la gama se ampliará con versiones híbridas equipadas con tecnología de 48 voltios (microhibridación). Esta estrategia dual permite a la marca cubrir todo el espectro de necesidades del mercado, ofreciendo tanto la eficiencia pura del eléctrico como la flexibilidad de la combustión electrificada.

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