MG lanza el primer eléctrico con batería semisólida

MG se adelanta a sus competidores con una jugada que, aunque aún suene tímida en cifras, tiene bastante más peso del que aparenta: una versión del MG4 con batería semisólida. Se llama Anxin Edition y será, si no hay sorpresas, el primer coche de producción en serie en salir al mercado con esta tecnología. Lo veremos oficialmente el 21 de noviembre, y su lanzamiento no es casualidad: llega en un momento en el que los fabricantes buscan diferenciarse sin disparar costes.

El modelo no cambia demasiado por fuera. Sigue siendo un compacto de cinco puertas, con el mismo diseño afilado que ya conocemos del MG4 actual, barra de luces trasera y detalles heredados del Cyberster, como el frontal. Eso sí, crece unos centímetros hasta los 4,39 metros de largo, con una distancia entre ejes que se estira hasta los 2,75 metros. No es un coche grande, pero dentro del segmento compacto empieza a tener presencia. El logo iluminado sigue en su sitio, uno de esos guiños que parecen triviales pero marcan imagen.

La parte interesante va por dentro, o más bien por debajo: una batería de 53,95 kWh que combina electrolito líquido y sólido, desarrollada por SAIC junto a QingTao Energy. Aunque la capacidad sea la misma que la de la versión con batería LFP, la promesa de autonomía es bastante más ambiciosa: hasta 530 km bajo el ciclo CLTC. Es decir, unos 100 km más con el mismo tamaño de batería. Habrá que ver en qué se traduce eso en condiciones reales, pero el salto apunta maneras.

Esta solución intermedia, más avanzada que una batería convencional pero más sencilla de fabricar que una 100% sólida, permite mejorar la densidad energética sin tener que rehacer las fábricas desde cero. En cuanto al peso, suma 15 kilos respecto al MG4 estándar, quedándose en unos razonables 1.500 kg.

La mecánica no se toca: motor delantero de 120 kW (163 CV) y 250 Nm, con una aceleración de 0 a 50 km/h en 3 segundos. Nada rompedor, pero suficiente para un uso urbano y periurbano con cierta alegría. Lo más interesante, quizás, está en el interior. El salto tecnológico es evidente: pantalla central de 15,6 pulgadas, adiós a los botones físicos, nueva interfaz desarrollada con Oppo y un chip Snapdragon 8155 para darle agilidad. También suma carga inalámbrica de 50 W y un nuevo selector de marchas en la columna.

Todo apunta a que este MG4 Anxin no será una edición especial limitada ni una rareza para entusiastas. La intención es venderlo a precio casi calcado al del resto de la gama, que en China oscila entre los 68.800 y 102.800 yuanes, lo que al cambio serían entre 9.690 y 14.490 euros. Si se confirma, será difícil no prestarle atención.

Mientras tanto, MG sigue ganando terreno. Solo en octubre colocó más de 11.000 unidades del MG4, consolidando su posición en un mercado que no da tregua. Este nuevo paso, además, llega en paralelo al movimiento regulatorio de China, que está a punto de reclasificar estas baterías como “sólido-líquidas”, para diferenciarlas de las que usan solo electrolitos sólidos, todavía en fase de desarrollo. Un cambio de nombre, sí, pero que marca una dirección muy clara.

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