Con el nuevo EV4, Kia confirma que no ha venido a jugar en el mercado eléctrico, sino a marcar ritmo. En plena vorágine de lanzamientos, la marca coreana apuesta por una berlina compacta con aspiraciones de coche global, alejándose del patrón SUV que domina el sector. Y lo hace con un producto que combina cifras solventes, un diseño afilado y una autonomía que, sin exagerar, lo coloca como referencia en su segmento.
El EV4 no es un ejercicio de estilo, sino una apuesta comercial muy bien medida. Disponible con carrocería hatchback o fastback, ofrece dos sabores para públicos distintos: uno más práctico, otro más estilizado. En ambos casos, el lenguaje de diseño es el mismo que ya vimos en el EV9 y el reciente EV3: faros verticales, líneas rectas, parrilla cerrada y detalles aerodinámicos que no son solo cosméticos. En la versión fastback, por ejemplo, el coeficiente de 0,23 le permite afinar consumos y estirar kilómetros reales.
El interior da un salto respecto a anteriores generaciones de Kia. A las dos pantallas de 12,3 pulgadas se suma otra más pequeña para el climatizador, todo sin renunciar a botones físicos —detalle clave para muchos conductores. La habitabilidad es buena para cuatro adultos y el maletero está en cifras competitivas: 435 litros en hatchback y hasta 490 en fastback. No hay alardes, pero sí confort: asientos mullidos, buena insonorización y acabados que no desentonan con los de marcas más caras.
A nivel mecánico, no hay sobresaltos: un solo motor delantero de 204 CV, con tracción delantera. No es un coche para quemar goma, pero sí para moverse con soltura. Acelera de 0 a 100 en algo más de 7 segundos y su velocidad punta está limitada a 170 km/h. Kia prioriza aquí la eficiencia, no la deportividad.
Lo realmente interesante está en las baterías. Dos opciones: una de 58,3 kWh y otra de 81,4 kWh. Con la primera, la autonomía WLTP ronda los 440-456 km. Con la grande, la cifra escala hasta los 633 km, superando incluso a algunos modelos premium. Con un consumo real en torno a los 14 kWh/100 km y posibilidad de recargar del 10 al 80 % en media hora, es un coche preparado para quien hace muchos kilómetros al año.
Kia no solo presume de autonomía, también de durabilidad. Han puesto el coche a prueba en Nürburgring, cargándolo y descargándolo al límite. ¿Resultado? 95 % de salud de batería tras más de 110.000 km. Ofrecen garantía de 8 años o 160.000 km, con un mínimo del 70 % de capacidad, alineándose con los mejores del sector.
Dinámicamente, el EV4 es un coche cómodo y fácil de conducir. No emociona al volante, pero sí relaja. La suspensión filtra bien, el aislamiento es notable y el comportamiento en curva es noble, especialmente en la carrocería fastback. El hatchback, más corto, transmite algo más de agilidad.
En equipamiento, Kia ha subido el listón. Clave digital, asistentes avanzados de conducción, personalización interior con materiales reciclados, y versiones como la GT-Line que rozan lo premium sin irse por las nubes. Detalles como mantener mandos físicos o no abusar de pantallas táctiles confirman que han escuchado al conductor europeo.
En cuanto a precios, el Kia EV4 arranca en 38.695 € y alcanza los 52.970 € en su versión tope de gama, sin contar ayudas ni descuentos de la marca. Aplicando el plan Moves III y campañas comerciales, puede bajar fácilmente hasta los 27.000-40.000 €, lo que lo convierte en una alternativa real a opciones como el Tesla Model 3 RWD o el Volkswagen ID.7 básico.
Con el EV3 entre los eléctricos más vendidos en España y el EV4 apuntando alto en autonomía y calidad percibida, Kia tiene todos los boletos para repetir jugada. A falta de una futura versión con tracción total, el EV4 ya es una de las berlinas eléctricas más completas del mercado generalista.